14 de marzo, 6 de noviembre y, ahora, 12 de enero de 2021. La hostelería zamorana se enfrenta desde hoy al tercer cierre forzoso para luchar contra la pandemia. El sector es una vez más uno de los “elegidos” por parte de la administración dentro de las medidas aprobadas para contener el avance, de momento imparable, de la tercera ola del virus. Las medidas aprobadas por la Junta, que empiezan a regir desde hoy mismo, se mantendrán durante al menos dos semanas aunque el sector es pesimista y teme que, como ocurriera en noviembre y antes en marzo, las restricciones se alarguen en el tiempo y lleguen hasta bien entrado el mes de febrero. Se salvan esta vez las terrazas, que podrán seguir abiertas con restricciones de aforo. “¿Pero quién se va a tomar un café en una terraza cuándo está helando?”, se preguntan desde el sector.

El nuevo cierre obligado cae como un jarro de agua fría en un sector que avanza que en los próximos días habrá movilizaciones en la provincia de Zamora. “La situación no se puede aguantar”, asegura Óscar Somoza, presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de la Hostelería, Azehos. “La sensación que tenemos es la de siempre. Incertidumbre, falta de información y un futuro que viene cada vez más complicado”, aseguran desde la patronal del ramo. Mientras, insisten las mismas fuentes, “siguen sin llegarnos las compensaciones” para paliar los efectos de la falta de actividad. “Se aprueban los cierres, nos impiden trabajar, pero no se toma ninguna medida para ayudarnos a vivir”, indica Somoza.

Es una realidad que el nuevo cierre echa sal en una herida que lleva ya muchos meses abierta. “Muchos negocios no lo soportarán”, auguran los empresarios, que insisten en que la administración “nos está criminalizando” porque “los contagios no están en nuestros locales. Está en las reuniones privadas, en los encuentros de varias personas en los que no se toman medidas de precaución. Nosotros tenemos nuestros establecimientos limpios y nos aseguramos de que en ellos se cumplen las normas”, dice Somoza.

“Es la tercera vez que nos toca tirar género a la basura, no hay sensibilidad ninguna”

La principal preocupación vuelven a ser los ERTE, cuya prórroga hasta finales del mes de mayo está todavía pendiente de ser aprobada por el Gobierno en pacto con los agentes sociales. “Creemos que se deberían ampliar hasta finales de año para eliminar la incertidumbre existente cada pocos meses”, apuntan desde la hostelería zamorana. Pero hay más. El hecho de que en esta ocasión las terrazas puedan permanecer abiertas abre una vía a que el negocio no baje definitivamente la persiana. “En este caso, puede ser que nos digan que el ERTE que se presente debe ser por limitación de la actividad y no por impedimento de la misma. Esta es una gran diferencia a la hora de saber cuánto nos toca pagar. Además se hacen las cosas, otra vez, sin avisar. Es la tercera vez que nos va a tocar volver a tirar el género que no se usa a la basura. O, si no queremos que las cosas se echen a perder, hay que mantenerlas pagando electricidad. No hay ninguna sensibilidad con el sector”, asegura Somoza.

Aunque la hostelería es el sector más significativo por el elevado número de negocios existente, las medidas de la Junta no se quedan ahí. Cierran también desde hoy todos los centros deportivos que no estén al aire libre. También bajan la persiana los comercios no esenciales del Centro Comercial Valderaduey que no tengan acceso independiente desde la calle. Por último, están obligadas a cerrar las salas de juego y apuestas de toda la comunidad. Todas las medidas han sido aprobadas, en principio, para un periodo de 14 días que expira el próximo 26 de enero. Las restricciones son idénticas a las ya aprobadas la semana pasada para Ávila, Palencia y Segovia y afectan a Zamora y a las otras cinco provincias de Castilla y León.

CASADO JUSTIFICA LA VUELTA ATRÁS POR LA ELEVADA VELOCIDAD DE CONTAGIO

Casado justificó la vuelta atrás en la desescalada de la segunda ola en un cambio de tendencia de los datos desde los días 30, 31 de diciembre y 1 de enero, peores en todas las provincias y con tendencia creciente, y en la velocidad “vertiginosa” con la que se propaga el virus.

La consejera reconoció que son medidas duras pero afirmó que cuando se han tomado en otras ocasiones han sido efectivas, por lo que confió en que su efecto se pueda ver a partir de esos catorce días de vigencia, pero recordó que existen otras acciones como las pruebas de antígenos, el aumento de ritmo de la vacunación y los cribados que serán asistenciales, selectivos y oportunistas por grupos de población.

En relación a si el aumento se corresponde con la Navidad manifestó que existen causas múltiples como el incremento en la tendencia de Madrid cuyo paso a la comunidad “ha sido así” o el hecho de que en el mes de diciembre se hayan producido “muchos eventos”, en referencia también al puente de la Inmaculada.