Los alumnos de los centros educativos situados en las zonas rurales de la provincia iniciarán el segundo trimestre mañana martes, después de que la Junta de Castilla y León aceptara la suspensión de la actividad lectiva prevista para el lunes en los pueblos. La medida afecta a todos los colegios e institutos de la provincia, salvo los que se ubican en la capital, una circunstancia que ha sorprendido al Ayuntamiento de Benavente, que considera “excesiva” la medida. Sea como fuere, en total, 8.452 alumnos se quedarán en casa hoy para evitar los riesgos que podrían traer consigo los rescoldos de Filomena.

La decisión de la Junta llegó a primera hora de la tarde de este domingo, después de que varios sindicatos educativos hiciesen público su deseo de paralizar la actividad lectiva para evitar sustos en las carreteras, y también para proteger a los alumnos y a los trabajadores del intenso frío que se prevé para este arranque de semana. Hay que recordar que el protocolo contra el COVID en las aulas exige mantener una ventilación que los representantes sindicales entienden incompatible con el mantenimiento de una temperatura aceptable en el interior de las clases, dadas las circunstancias.

De hecho, algunos sindicatos, como STECyL pusieron sobre la mesa la posibilidad de aplazar el inicio de las clases hasta el final de la ola de frío, prevista para los próximos días: “El estrés térmico dificulta enormemente la docencia en condiciones y pone en riesgo la salud de la comunidad educativa”, advirtieron desde el colectivo.

Estudiantes de la USAL, durante la feria de bienvenida. | Nico Rodríguez

Por su parte, María José Martín, responsable de Aspes en la provincia, aludió también al “frío horroroso” que se espera para estos días, y citó además las dificultades que tendrán algunos profesores para regresar a Zamora desde sus lugares de residencia. “Hay trabajadores que viven lejos, que incluso tienen que atravesar Madrid, y que ya nos habían advertido de que no iban a venir”, explicó la representante del sindicato educativo.

De hecho, la propuesta de Aspes y de otros colectivos incluía un aplazamiento de las clases en toda la provincia, incluida la ciudad, como sí ha aprobado la Junta en Ávila o en Soria. Martín recordó que hay un nutrido grupo de alumnos que se desplaza desde los pueblos hasta Zamora capital para acudir a los institutos, y aclaró que, en ausencia de transporte escolar, no podrán acudir a clase si no lo hacen en vehículos particulares.

En todo caso, la Junta aclaró en su comunicado que, a pesar de las nevadas y las bajas temperaturas dejadas tras de sí por Filomena en toda Castilla y León, “la situación no habría impedido que la mayoría de los escolares hubiese acudido a los centros educativos”. La suspensión de las clases es, por tanto, una reacción amparada en la prudencia, e instigada también por las reclamaciones recibidas.

El Ayuntamiento de Benavente respeta la medida, pero considera que es “excesiva” dada la situación

“Estas decisiones las han tomado, por precaución, la Consejería de Educación y la de Fomento y Medio Ambiente. Esta suspensión afecta sólo al lunes 11 de enero, por lo que, a partir del martes 12, se aplicará el plan de contingencia invernal como todos los años y se analizará ruta a ruta cuáles son las dificultades del terreno”, advirtió la Junta en un comunicado en el que dejó patente su intención de retomar la actividad lectiva más allá de la ola de frío.

Así las cosas, si no hay novedad, los alumnos de la provincia al completo estarán en clase mañana mismo para iniciar a pleno rendimiento un segundo trimestre que, más allá del frío coyuntural, arranca marcado por la amenaza de la tercera ola del COVID que ya se extiende por todo el territorio. De nuevo, la comunidad educativa tendrá que adaptarse a la crisis.

LA USAL “TENDRÁ EN CUENTA LAS CIRCUNSTANCIAS” DE LOS UNIVERSITARIOS AFECTADOS POR EL TEMPORAL

La Universidad de Salamanca envió un comunicado a sus alumnos para tranquilizarles ante las consecuencias de la borrasca Filomena en lo que a sus circunstancias académicas se refiere, y para confirmarles que “tendrá en cuenta” el temporal, especialmente en lo referente a los alumnos que se tengan que desplazar y que puedan sufrir restricciones en los transportes.

En ese sentido, la USAL aseguró que “los estudiantes que tuvieran prevista alguna prueba o actividad presencial hoy lunes y no hayan podido desplazarse este fin de semana desde sus lugares de residencia familiar debido a las limitaciones en los transportes debían ponerse en contacto con los docentes responsables, para explicar su dificultad y acordar una alternativa que garantice que no pierden ninguna oportunidad”.

Cabe destacar que un buen porcentaje de los estudiantes del Campus Viriato reside fuera de Zamora. Incluso, una parte importante va y viene diariamente a ciudades como Salamanca, o a algunos pueblos del entorno. En estos casos, si la borrasca les hubiese afectado de algún modo, no habría perjuicio académico.

Más allá de lo relacionado con la borrasca, la USAL hizo un pequeño balance del llamado “modelo de presencialidad segura” implantado para tratar de mantener la actividad académica sin menoscabar la seguridad sanitaria. “No ha habido incidencias destacables en el desarrollo de las actividades y la evaluación presencial entre los meses de septiembre y diciembre del año pasado”, subrayaron los responsables de la Universidad de Salamanca.

“Este modelo ha funcionado gracias al esfuerzo de muchas personas, demostrando que los espacios universitarios son lugares libres de contagios. Los datos de nuestro sistema de vigilancia epidemiológica lo corroboran. En las pruebas de evaluación presencial programadas se garantizarán las medidas de seguridad detalladas en el documento elaborado por el delegado COVID que será tratado el próximo martes en el Consejo de Docencia y la Junta de Estudiantes”, añadieron.

En ese sentido, cabe destacar que algunos alumnos han encabezado una iniciativa para tratar de promover un cambio al modelo online para los exámenes en el Campus Viriato, pero todo apunta a que la USAL aplicará su protocolo y mantendrá la evaluación en las aulas a pesar de la irrupción de la tercera ola.