Las dos décadas que han transcurrido desde el año 2000 han sido pésimas para la evolución demográfica y social de Zamora. La provincia ha perdido 33.000 habitantes en estos veinte años, y ha visto cómo se ha ido apagando el desarrollo de municipios muy relevantes tiempo atrás, y que ahora languidecen sin oportunidades de empleo y con un envejecimiento progresivo que dificulta una reacción.

Los datos son claros: diez municipios de Zamora han bajado de la cifra psicológica de los mil habitantes en el arranque del siglo XXI. Es el caso de La Bóveda de Toro, Camarzana de Tera, Corrales, Fonfría, Fuentelapeña, Morales de Toro, Riofrío de Aliste, Santibáñez de Vidriales, Villanueva del Campo y Galende, que fue el último en incorporarse a esta lista tras los últimos datos oficiales.

Mientras tanto, ninguna localidad de la provincia que no las tuviera ya ha logrado incorporarse a las cuatro cifras y mantenerse en ellas durante este periodo. Es cierto que hay algunas localidades cercanas a la capital que han crecido, como Monfarracinos o Roales, pero aún no se han consolidado por encima de los mil habitantes. Aparte de estos dos ayuntamientos, solo nueve más han podido aumentar su población en estas dos décadas. Es el caso de Arcenillas, Casaseca de las Chanas, Moraleja, Morales del Vino, Palacios del Pan, Peleas de Abajo, Valcabado o Villaralbo. También de Benavente, que ahora pasa por momentos difíciles, pero que presenta un balance favorable.

La mayor parte de los municipios con saldo positivo pertenece al entorno de Zamora, y es que fuera de ahí el panorama es desolador. Un 95% de los ayuntamientos ha perdido población desde el año 2000. Entre ellos destacan trece que han cedido más de la mitad de su capital humano en estos veinte años. Así ha ocurrido en Espadañedo, Granucillo, Hermisende, Justel, Molezuelas de la Carballeda, Olmillos de Castro, Pías, Pobladura de Valderaduey, Porto de Sanabria, Vallesa de la Guareña, Villanueva de las Peras, Villar de Fallaves y Villaveza de Valverde.

Estos son los casos más llamativos, pero la sangría se percibe en todas las comarcas, especialmente en las del oeste, y está modificando la realidad de algunas zonas que están viendo cómo su municipio de referencia va perdiendo población y servicios de manera constante y sin visos de cambio.

En ese sentido, un dato resulta bastante revelador. En el año 2000, uno de cada tres municipios de Zamora superaba los 500 habitantes; ese porcentaje se ha reducido ahora prácticamente a la mitad, después de que 37 ayuntamientos hayan bajado de la barrera del medio millar durante las dos últimas décadas.

En esa lista se incluyen localidades importantes en la provincia, como Almeida de Sayago, Castrogonzalo, Fariza, Madridanos, Micereces de Tera, San Pedro de Ceque, San Vitero, Sanzoles, Torres del Carrizal, Venialbo, Villafáfila o Villardeciervos, que también están sufriendo las consecuencias de una crisis demográfica y social que no termina de tocar fondo.

La merma progresiva de estos pueblos va dejando territorios poblados de aldeas empequeñecidas, con cada vez menos posibilidades de darle la vuelta a la situación, y sin localidades de referencia que sirvan como acicate para fomentar que los jóvenes quieran iniciar una vida en los entornos rurales.

Además, en este periodo, más allá del caso de Benavente, la capital y Toro también han atravesado momentos de dificultad. Zamora ciudad se ha dejado más de 4.000 habitantes por el camino, en un proceso que ha situado al municipio en poco más de 60.000 habitantes raspados. La fuga a otras provincias y el crecimiento de los pueblos del alfoz han sido determinantes en esta evolución. En el caso toresano, otros 700 censados han desaparecido de la lista sin dejar repuesto, y sin que el futuro dibuje un panorama halagüeño.

La realidad actual habla de pérdida continua de población, envejecimiento y falta de oportunidades tras dos décadas desde el año 2000. El tiempo dirá si las promesas políticas cambian la tendencia.

Zamora tras el 2000

  • Los pocos que crecen. De los 248 municipios zamoranos, solo 11 han crecido en estas dos décadas: Arcenillas, Benavente, Casaseca de las Chanas, Moraleja del Vino, Morales del Vino, Palacios del Pan, Peleas de Abajo, Valcabado y Villaralbo.
  • Trece ayuntamientos se quedan en menos de la mitad. En solo dos décadas, han perdido más del 50% de su población:_Espadañedo, Granucillo, Hermisende, Justel, Molezuelas de la Carballeda, Olmillos de Castro, Pías, Pobladura de Valderaduey, Porto, Vallesa de la Guareña, Villanueva de las Peras, Villar de Fallaves y Villaveza de Valverde.
  • Por debajo de mil. Diez municipios que tenían más de mil habitantes hace veinte años han bajado de esa cifra:_La Bóveda de Toro, Camarzana de Tera, Corrales, Fonfría, Fuentelapeña, Morales de Toro, Riofrío de Aliste, Santibáñez de Vidriales, Villanueva del Campo y Galende.
  • Cada vez más pequeños. 37 municipios bajaron de la barrera de los 500: Almeida de Sayago, Andavías, Calzadilla de Tera, Cañizal, Castrogonzalo, Faramontanos, Fariza, Ferreras de Arriba y de Abajo, Ferreruela, Figueruela, Fuentes de Ropel, Gallegos del Río, Madridanos, Mahide, Manganeses de la Lampreana, Melgar de Tera, Micereces, Moreruela de Tábara, Muga de Sayago, Pajares de la Lampreana, Rosinos de la Requejada, San Pedro de Ceque, San Pedro de la Nave, San Vicente de la Cabeza, San Vitero, Santibáñez de Tera, Sanzoles, Torres del Carrizal, Vega de Tera, Venialbo, Vezdemarbán, Villafáfila, Villamayor de Campos, Villamor de los Escuderos, Villardeciervos y Villarrín.