Sebastián Martínez, presidente del Colegio de Médicos de Zamora admite que ha sido un año muy duro para los sanitarios en general y su colectivo en particular, por culpa de la pandemia del coronavirus. Tras reconocer el compromiso de los profesionales no le duelen prendas al presidente colegial zamorano para criticar determinadas medidas de la Junta y del Gobierno que han ido en contra de cuestiones laborales o de competencias relacionadas con los médicos o la figura del mediático Fernando Simón, el portavoz del Gobierno para la pandemia.

–Ha sido, supongo, un año duro para ustedes.

–Ha sido un año muy duro. Queremos rendir un homenaje a en general a todos los sanitarios, y en particular a los médicos, porque han sido muchos los que han caído en esta pandemia. Y para nosotros es duro leer cada día que, en cualquier punto de la geografía española, un profesional ha fallecido como consecuencia del COVID, de ayudar a los enfermos. Nos entristece y a la vez nos anima a seguir luchando. Pero ha sido un año realmente duro para la población en general.

–En Zamora suman más de 60 doctores los contagiados en la pandemia.

–Sí, incluso en esta segunda ola ha habido más infectados que en la primera. Ha habido semanas que algunos han estado graves e incluso algunos compañeros han quedado con secuelas. Con lo cual, sí ha sido una segunda ola importante y pedimos, por favor, que la gente sea responsable para no tener una mala tercera ola que parece que se avecina.

–¿Como valoran desde el Colegio las normas emitidas en unos casos por el Gobierno central y otro por el autonómico? Por ejemplo, el decreto estatal que flexibiliza el ejercicio profesional sin la titulación de especialista.

–Eso lo hemos denunciado, en principio, por defensa de los pacientes. No podemos permitir que un médico que no esté preparado asista a un paciente. Ya me gustaría a mí que a los que hacen las normas les atienda una persona que no esté preparada, cualquiera. Eso no lo podemos ver desde ningún punto de vista y eso lo hemos denunciado. La situación es la que es y ahí estamos luchando con esto. Creemos que tenían que haber contado con nosotros, que no han contado, y por eso está pasando lo que está pasando. No nos han pedido opinión y por eso ahora, con una cosa que nosotros pensamos que no está bien hecha, la denunciamos, por ejemplo.

–¿Y la norma de la Junta que permite suprimir permisos o vacaciones o traslados forzosos y que fue muy contestada?

–Eso es más laboral, pero se atañe también al colectivo por el decreto de nivel estatal que la autonomía ha aprovechado. De momento se está negociando y no se ha desarrollado, pero sí que están aplicándolo. Es decir, no se ha desarrollado el decreto pero hay ya casos de profesionales a los que han movilizado a otro servicio, incluso a otras provincias. Nos prometen mucho que van a negociar, pero realmente luego o no se sientan o van tarde. Tampoco se ha dado resultado la reunión de la mesa sectorial. Y claro, el tema está ahí. Nos decían: “No vamos a poner ninguna parte del decreto en marcha si no se negocia”, pero, de hecho, es lo que están haciendo sin que se esté negociando. Una cosa es lo que nos dicen y otra la que hacen.

–Lo último ha sido la aprobación por el Congreso de la Ley de Eutanasia. ¿Están de acuerdo con esta norma?

–Desde la Organización colegial se ha sacado una nota diciendo que no la admitimos. Nuestra labor como médicos no es “matar” a las personas, sino ayudarles a vivir y de la mejor forma posible. En esta ley no se habla de los cuidados paliativos para nada. La verdad es que no se han explotado estos cuidados como se debería haber hecho. Pero me llama la atención, sobre todo, que ha sido una ley de una aprobación rapidísima, casi no nos ha dado tiempo ni a saberlo. Se elabora, llega al Parlamento y se aprueba. Ha habido poco debate social y se ha hecho con una rapidez pasmosa. Para una ley tan seria nos parece que ha habido muy poco diálogo, se tenía que haber negociado más con las partes implicadas. Pero a nosotros ni nos han llamado, me refiero a la Organización Médica Colegial. Realmente no podemos estar de acuerdo con la forma en que se ha hecho.

–¿Se les ha pasado el enfado con Fernando Simón?

–No se nos ha pasado. Últimamente quizá ha sido un poco más comedido. Ellos hablan de los expertos, pero hemos pedido que nos digan quiénes son los expertos y no hemos sabido quiénes son hasta prácticamente cuando iba a finalizar el año. Nosotros sí tenemos un equipo en la OMC que es público, ahí figuran todos los expertos con su profesión y su curriculum. Simón sigue haciendo sus cosas, a lo mejor más comedido después de algunas cosas que se le han dicho, pero en todo caso ni se nos ha pasado el malestar, no creo que nos represente.

–¿Qué opina del decreto que autoriza la prescripción a enfermeras en Castilla y León?

–En principio estamos en desacuerdo con que una enfermera pueda ejercer la función de prescripción médica, ya que los medicamentos solo los pueden prescribir los médicos. Lo que ha salido es una fórmula para que las enfermeras puedan acreditarse y actuar según los protocolos elaborados por las sociedades científicas, y es a esos protocolos a los que se tienen que ceñir las profesionales sanitarias. Por otra parte, una cosa es lo que piden determinadas élites y otra lo que piensan la mayoría de las enfermeras, que tampoco se sienten preparadas para prescribir medicamentos, no es su función. Tampoco hemos estado de acuerdo con la sustitución del médico en las ambulancias de soporte vital avanzado, donde se pretende que vayan dos enfermeras en vez de un médico y una enfermera. Solo por la razón de que a la Administración le salga más económico y haya escasez de personal.