De un tiempo a esta parte, la discusión política entre el equipo de Gobierno de la Diputación y el grupo socialista se ha convertido una bronca infinita. El último capítulo de la polémica llegó este lunes con un cruce de críticas sobre el cobro de determinadas dietas por asistencia al Pleno y a las comisiones de la institución. Lo que se puso en tela de juicio no fue la cantidad percibida, previamente fijada y acordada, sino los méritos realizados para aceptarla.

Por un lado, el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo cargó contra los representantes del PSOE por cobrar la asignación económica derivada de su asistencia al Pleno del pasado mes de noviembre. En aquella sesión, los seis miembros del citado grupo que asistieron a la reunión telemática optaron por abandonar la sala virtual después de debatir el orden del día, y antes de comenzar con las mociones. Lo hicieron a modo de protesta por el trato que había recibido en las semanas anteriores su portavoz, Eduardo Folgado.

Requejo ya sugirió en su momento que “lo razonable y ético” era que los socialistas renunciasen a la asignación tras el “inexplicable abandono” de la sala, y este lunes, tras constatar que el PSOE había ignorado su idea, el presidente apuntó que “los ciudadanos merecen una política de altura, que no esté basada en el show y en el continuo espectáculo demagógico”.

Más allá de la renuncia a los 129 euros que ingresa cada diputado por asistencia a Pleno, el presidente provincial le pidió a los socialistas “más rigor y trabajo” a la hora de elaborar sus propuestas, y aprovechó la oportunidad para cuestionar la labor de oposición que están llevando a cabo Folgado y los suyos en La Encarnación.

Unos minutos después de conocer la opinión del presidente sobre este asunto, el propio portavoz socialista firmó una nota plagada de críticas furibundas contra el equipo de Gobierno, y añadió una referencia a la “práctica habitual de la presidencia conjunta” que a su juicio ejercen Requejo y el popular José María Barrios de convocar comisiones informativas “sin ningún contenido, y con el único objetivo de cobrar las dietas”.

El portavoz socialista defendió su salida y la de sus compañeros del Pleno de noviembre, e insistió en la existencia de comisiones informativas que “consisten en la lectura del acta y, a veces, el informe del presidente que se despacha en cinco minutos”.

Folgado relacionó este tipo de reuniones con la “ausencia total de trabajo de los ‘presidentes’ y diputados del equipo de Gobierno, a pesar de que disfrutan de un gran número de asesores y liberados, coches oficiales, secretarios o gabinetes de prensa”.

Con un tono aun más duro del habitual, el portavoz socialista aseguró que Requejo “es más de insultar, descalificar y calumniar a la oposición que de trabajar y ganarse ese estupendo sueldo que le ha dado de propina el PP para poder mantener el poder en la Diputación”. “Le queda muy grande el traje de presidente adjunto que le ha prestado el Partido Popular, un traje que ni se ha ganado en las urnas, ni merece por sus capacidades”, apostilló el responsable del PSOE en la institución.

“Requejo es una anomalía democrática, una más de las del Partido Popular para perpetuarse en la Diputación”, continuó Eduardo Folgado, que comparó al presidente de La Encarnación con el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, también de Ciudadanos: “Quieren estar en política, pero les da lo mismo en este o en otro partido. Son gente sin principios a los que les mueve su propio interés”, zanjó el portavoz del PSOE.

De esto hablaron ayer los representantes provinciales del territorio más castigado de España por la despoblación, y en medio de una enorme crisis sanitaria y social.