Las ganas de festejar la Nochevieja se quedaron en casa, donde los zamoranos comieron las uvas y celebraron la llegada del 2021 con prudencia y las algarabías justas para no molestar a los vecinos, a decir por el balance que realizan Policía Municipal, que solo multó a seis zamoranos por saltarse la hora del toque de queda impuesto para prevenir contagios del COVID, y la Policía Nacional que hizo lo propio con otra persona, a la que hubo de denunciar también porque no llevar mascarilla.

La madrugada del primer día del año transcurrió con absoluta normalidad, sin ningún incidente destacable que precisara de la intervención policial, de modo que los refuerzos establecidos por la Comisaría de Zamora y por el Ayuntamiento de la capital no tuvieron excesivo trabajo. Los escasos incumplimientos de la restricción de horario para volver a casa, ampliado hasta la 1.30 horas de la madrugada del 1 de enero, se produjeron entre las 2.45 horas y las 3.05 horas del primer día del año, cuando los agentes municipales se fueron topando con la media docena de ciudadanos que caminaban por diferentes zonas de capital de vuelta a sus casas. La Nacional denunció a otro zamorano más. Un balance que deja en la mitad el número de denuncias habituales a diario, que habla del alto grado de concienciación y de responsabilidad de los ciudadanos, indica la policía.

Los agentes trabajaron sin sobresaltos en una Nochevieja atípica, que “transcurrió con absoluta normalidad”, con las calles vacías en una madrugada que registró incidentes sin trascendencia, como “un accidente de tráfico con daños materiales sin importancia; dos avisos de vecinos a la Policía Municipal por el ruido ocasionado con el lanzamiento de cohetes, y otro más el exceso de ruido por el volumen de la música en un domicilio” que obligó a los agentes a acudir a los pisos para informar.

Nada que ver con el transcurso del día 31 de diciembre en el que, aunque “tampoco hubo novedades reseñables”, según los datos facilitados por la concejala de Participación Ciudadana, Concha Rosales, los zamoranos se echaron a las calles para reunirse en bares a tomar la última caña o copa del día, o para realizar las compras. Las aglomeraciones en las principales vías de la ciudad, como la calle de Santa Clara, la de San Torcuato o las avenidas de Tres Cruces o Víctor Gallego fueron ejemplo de la concentración de clientes a las puertas de algunos establecimientos en zonas de mayor número de bares o comercios. La Policía Municipal tuvo que actuar para insistir en el necesario cumplimiento de la distancia de seguridad y el uso de mascarilla ante la actitud descuidada de algunas personas.

Policías de paisano

La dotación especial de policías locales de paisano ayudó a realizar esta labor de especial vigilancia, dirigida sobre todo a que los zamoranos incorporen esos hábitos sin necesidad de acudir a la denuncia.

Este grupo especial mantiene estos días de fiestas a raya a los clientes de bares y pubs que se concentran a las puertas para tomar sus consumiciones, fumar o conversar. La mayoría de los controles tuvieron lugar en lo que la concejala de Seguridad Ciudadana dio en denominar “la tardevieja”, dado el incremento significativo de público que se reunió en el entorno de esos negocios en zonas de mayor concurrencia habitual, como la calle de Los Herreros cuya estructura angosta no favorece el que puedan respetarse las distancias de seguridad. No ocurre lo mismo en el interior de los establecimientos, cuyos propietarios son muy escrupulosos con el cumplimiento de los aforos, destaca Concha Rosales.

La plaza de la Leña, donde vuelve a funcionar lo que fue una discoteca, fue otra de las zonas en las que los policías municipales tuvieron que tener un especial control de aforo en las inmediaciones del local. A las 18.00 horas, los agentes se vieron obligados a intervenir para exigir al responsable del negocio que retirara el toldo que estaban anclando con bridas a la estructura de madera que adorna la plaza y que es de propiedad municipal. Los agentes, no obstante, no realizaron ninguna denuncia y se limitaron en el interior de los establecimientos a informar sobre las medidas de seguridad frente al virus que es preciso adoptar para prevenir contagios, abundó la edil de IU, control del aforo en el pub época es que nadie controlaba el aforo en la entrada y le indicaron que una persona controlara. Por lo que respecta al uso de mascarillas, solo hubo “advertencias a personas que circulaban sin ella por la calle o que se encontraban dentro de establecimientos sin llevarla puesta, a pesar del escrupuloso ejemplo de los camareros”, explica la concejala.