En junio de 2019, Francisco José Requejo se metió por la derecha en la bifurcación para llegar a la presidencia de la Diputación Provincial de la mano del PP. Nadie imaginaba entonces que esta particular coalición tendría que enfrentarse a una pandemia, pero la realidad, impredecible y tozuda, ha puesto al líder de Ciudadanos y a sus compañeros de gestión ante una tesitura que el político naranja asume sin abandonar otras ideas. La “silver economy”, la conectividad o el parque científico siguen siendo prioridades en su agenda.

–El COVID lo ha cambiado todo, y los pueblos de la provincia, en una situación ya muy mala, se sitúan ante un nuevo escenario. ¿Es de los que piensa que se abre una ventana de oportunidad para paliar la despoblación?

–Yo quiero ser optimista y no pensar que todo está tan mal en la provincia como mucha gente dice. Es verdad que tenemos debilidades, pero de algunas como el envejecimiento queremos hacer una fortaleza. Estamos muy cerca de Madrid y, siempre que tengamos una buena conexión para nuestros municipios, los emprendedores podrán teletrabajar o asentarse en los pueblos. En ello estamos trabajando. Es cierto que se nos abre una oportunidad, y no podemos perder este último tren.

–El año 2020 ha sido el de la integración del reto demográfico entre las competencias de una Vicepresidencia y el de su consolidación en la agenda política. ¿Ve con esperanza esa presencia mediática del gran problema que afecta a Zamora?

–Esperemos que, más que una esperanza, sea una realidad. Es cierto que algunos territorios, especialmente los de La Raya, están muy despoblados; tenemos uno de los peores índices del país en esa zona. Yo creo que tanto el Gobierno, como la Junta y la misma Diputación debemos poner todos los medios para paliarlo. Desde aquí estamos trabajando en una estrategia “silver economy” que considero que es muy importante; pienso que el futuro de la provincia debe ir por ahí, y aprovechar esa debilidad que tenemos con el envejecimiento como una oportunidad.

–Zamora ha impulsado una mesa técnica nacional sobre despoblación con todas las diputaciones. Allí se ha consensuado un documento que ahora deberá ser analizado a nivel político. ¿Cree que habrá una adhesión mayoritaria por parte de las instituciones provinciales de España?

–Esa mesa ha sido un éxito. Los técnicos están de acuerdo en que esos fondos que puedan llegar de Europa tienen que ir dirigidos hacia nuestros municipios, pero a través de las administraciones locales. No cabe duda de que la Diputación es la institución que mejor conoce el territorio, y puede hacer llegar el dinero de manera más eficiente y eficaz. Sí ha habido conversaciones políticas con otros presidentes, y yo creo que estamos todos en el mismo barco.

El presidente Francisco Requejo, en el patio de la Diputación. | J. L. Fernández

–Se abre un nuevo marco de fondos en Europa con la nueva definición sobre despoblación que beneficia a territorios como Zamora, pero los expertos advierten de la necesidad de activar la palanca que ofrece la UE. ¿Debe ser un esfuerzo de todas las administraciones?

–Como decía, se nos abre una gran ventana de oportunidad. Prácticamente no nos llegaba ningún fondo porque no nos contaban como zona despoblada, y a partir de ahora podemos sacar eso adelante y hacer llegar el dinero rápidamente. Es cierto que debemos estar todos unidos, y espero que ese trabajo sea real. Zamora es el epicentro de la despoblación a nivel nacional y creo que ha llegado el momento de actuar. Hay que poner los cimientos para paliar el problema de la despoblación, que no viene precisamente de ahora y que constituye una crisis estructural.

–Siempre que sale la cuestión de la despoblación, usted responde con la “silver economy”. ¿Hay un acuerdo firme con el Partido Popular para impulsar esta estrategia?

–Sí, es algo que va a ir a medio y largo plazo, y este equipo de Gobierno está convencido de ello. El futuro tiene que discurrir por ahí, y esos 40 millones de euros a los que queremos optar, lógicamente, serán beneficiosos para la provincia. Esto no es algo solo de este equipo; es una cuestión provincial y todos los partidos políticos, asociaciones, y organizaciones empresariales o sindicales debemos ir a una.

–Otro proyecto importante, que en este caso ha quedado aparcado por la pandemia, es la reforma sanitaria. La responsable autonómica de su partido, Gemma Villarroel, apuesta por recuperar el plan piloto de Aliste. ¿Está de acuerdo?

–Yo estoy de acuerdo con que hay que ofrecer una atención sanitaria potente y de calidad. La Junta es la que está llevando a cabo este plan y, si finalmente se plasma y esa gente de nuestros municipios se ve beneficiada, estaremos de acuerdo. Si por el contrario tiene alguna grieta o algo que no se hace bien, defenderemos a los pueblos. Yo confío en que la Consejería de Sanidad haga su trabajo y esperemos que sea un éxito.

–¿Cree que los pueblos han estado bien amparados durante la pandemia a nivel sanitario?

–Indudablemente, necesitamos una mejor atención. Eso lo tenemos claro nosotros, pero también la Junta. Es cierto que los cambios son complicados, pero confiamos en que se va a dar esa mejora.

–La Junta también está implicada en el plan para llevar Internet a los pueblos. En este caso, en colaboración con la propia Diputación. ¿Hay una previsión exacta de cuántos municipios van a tener una conexión de calidad cuando termine 2021?

–Hay una partida de 3,6 millones de euros para tres anualidades, y nosotros aportaremos 1,8 millones, a razón de 600.000 euros por ejercicio. Creo que es algo fundamental y prioritario para nuestra provincia, y no concibo que en pleno siglo XXI haya zonas que estén desconectadas de la realidad. Desde aquí hemos diseñado un mapa de actuación, que le debemos remitir a la Junta, y cuando concluya el plazo previsto deberíamos tener Internet en el 90% del territorio. Paralelamente, estamos trabajando en un plan piloto, precisamente en Aliste, para dar Internet vía satélite. Hemos incluido 100.000 euros en el presupuesto para que, al menos, haya una conexión digna en los centros sociales o culturales.

–¿Dónde se va a actuar primero?

–Hemos comentado con la Junta que sean las diputaciones las que digan donde se tiene que actuar. Primero, porque conocemos mejor el territorio, y luego porque sabemos cuáles son las necesidades de nuestros municipios. Yo creo que nos van a dejar ejercer nuestra voluntad para que todo vaya rápido.

–¿Y dónde han elegido?

–Cuando nos lo acepten lo diremos, pero la zona de Sayago nos preocupa bastante, la parte fronteriza de Aliste, también Sanabria... Esa debe ser la prioridad para este equipo de Gobierno.

–O sea, la parte occidental de la provincia, que es quizá la más dañada a nivel demográfico.

–Quizá no, es la más dañada.

–¿La Diputación pretende fomentar también, a través de este plan, la deslocalización de las empresas y que la gente pueda teletrabajar?

–Es algo prioritario, y esto a principios de año se va a hacer efectivo. No podemos esperar a otro mandato y dejar que nuestros territorios estén desconectados. Se nos llena a todos la boca diciendo que queremos atraer emprendedores o que queremos fomentar el teletrabajo pero, si no ponemos las condiciones, la gente va a buscar más facilidades en otros sitios.

–Usted incluso ha hablado de robotizar algún pueblo. ¿Eso sin Internet es una quimera?

–Lógicamente. Nosotros estamos trabajando con alguno de nuestros asociados de la “silver economy” para tener un pueblo robotizado en la zona de Aliste. También la Junta de Castilla y León nos ha propuesto alguna cosa al respecto. Ya hemos hablado con la alcaldesa de San Vitero porque creemos que, ahora mismo, reúne las cualidades para ello. Vamos a hacer una prueba allí y, si resulta bien, se va a abrir una oportunidad en esa zona.

–¿Cuándo?

–No creo que tardemos mucho. Será cuestión de dos o tres meses.

–En materia de cooperación transfronteriza, la pandemia obligó a cerrar el paso hacia Portugal durante varios meses. ¿Ha servido para constatar la importancia que tiene ahora la relación con el otro lado de La Raya?

–Es fundamental. Yo tengo que agradecer la disposición que tienen Artur Nunes y Hernani Dias desde Miranda do Douro y Braganza, y vamos a seguir trabajando para trazar políticas conjuntas a nivel turístico, empresarial y de captación de fondos europeos. En esto último vamos a trabajar con la ayuda de la Fundación Rei Afonso Henriques. Los proyectos deben ser sólidos y conjuntos.

–¿Hay voluntad de aprovechar un efecto frontera que históricamente ha sido negativo?

–Efectivamente, ha sido negativo. Por eso, la cooperación transfronteriza de la que estamos poniendo las bases debe ser tan importante para atraer recursos y fondos que son fundamentales para la zona de La Raya.

–Cerca de La Raya está también la estación del AVE de Otero de Sanabria. ¿Qué supondrá la llegada de la Alta Velocidad para esta zona?

–Opino que es algo muy importante, porque vamos a estar a hora y poco de Madrid, y cualquier persona que quiera venir de allí lo va a tener muy fácil. Lo que tenemos que poner es la alfombra roja de la que muchas veces hablo para que tengan la oportunidad de teletrabajar desde aquí. Es algo clave, como lo es también que recuperemos el tren madrugador. Renfe nos ha obviado y ha tomado el pelo a todos los zamoranos, pero espero que reconsidere su postura, que nos trate como debe y que nos dé las mismas oportunidades que al resto.

–¿Se está riendo Renfe de Zamora?

–Sí, lo digo claramente. Se está riendo Renfe y se está riendo el Gobierno, porque Monte la Reina tampoco es una realidad. Espero que lo reconsideren, y quiero creer que todo esto ha venido por la pandemia. Hay 60.000 zamoranos en Madrid, y algunos podrían estar teletrabajando aquí, pero hay que poner las condiciones y, si no lo hacemos, difícil lo vamos a tener.

–Tras ver los Presupuestos Generales del Estado y también los autonómicos, ¿tiene la sensación de que Zamora sigue siendo una provincia maltratada?

–Exacto. Creo que se pueden hacer las cosas mejor desde todas las administraciones. A los zamoranos muchas veces nos falta ser más reivindicativos. Los representantes públicos estamos para defender a nuestra provincia, y en ello estamos. Necesitamos más inversión de otras administraciones, y yo espero que nos tomen en cuenta. No hay que olvidar que somos el epicentro de la despoblación en España.

–Su compañero Igea anunció el otro día dos millones de euros para el Plan de Soria. ¿Echa de menos una implicación similar con Zamora?

Yo he echado de menos durante muchos años una mayor implicación de la Junta en general, y ahora no quiero un Plan Soria para la provincia; quiero un Plan Zamora. Creo que aquí tenemos suficientes fortalezas, y el plan que estamos trazando con la “silver economy” puede ser la solución. Aun así, estamos abiertos a más sugerencias.

–Insisto: ¿echa de menos una mayor implicación de su compañero Igea?

–Tenemos una relación bastante buena con el vicepresidente. Nos suelen consultar bastantes cosas de las que se van haciendo, pero yo esa implicación se la pido a todos los compañeros de la Junta. Aquí estamos para defender a los zamoranos y, si tenemos que ser reivindicativos, sean o no de nuestro partido, lo vamos a ser.

–Hace unos días, su equipo de Gobierno aprobó el presupuesto con el apoyo de Tomás del Bien, pero con el “no” de la oposición. ¿Qué opinión le merece esa ausencia de consenso?

–A mí me gustaría que hubiese mayor consenso, pero tenemos posturas antagónicas. Nosotros siempre estamos abiertos a escuchar propuestas de la oposición, pero buscamos el desarrollo de la provincia, dar oportunidades a los emprendedores, y ellos pretenden subvencionarlos y darles paguitas. No vamos en la misma dirección. Agradezco el apoyo de Tomás del Bien, y me gustaría que la oposición explicase por qué no aprueba los presupuestos.

–Dada su relación actual con el portavoz del PSOE, ¿en este año y medio ha constatado que, para usted, era mejor tener a José María Barrios que a Eduardo Folgado como compañero en el equipo de Gobierno?

–Eso lo tengo claro casi desde el principio. Respeto al grupo socialista, pero muchas veces su portavoz pierde los papeles. Creo que debe hacer un trabajo más exhaustivo, y menos demagogia y populismo, que es a lo que está acostumbrado.

–En el último Pleno, usted le pidió perdón a Folgado por si en algún momento se había sentido ofendido durante alguna sesión. ¿Se va reconduciendo esa relación de alguna manera?

–Para cualquier cosa que él quiera hablar tiene las puertas abiertas y, si en algún momento he cometido un error, pido perdón. Es lo normal. Yo creo que el problema es cuando alguien no tiene un proyecto en la cabeza para la provincia y va a matacaballo. Es lo que le ocurre al grupo socialista. El equipo de Gobierno sí tiene claro qué provincia quiere.

–Por el otro lado, ¿cuál es la clave de la relación aparentemente buena y estable que mantiene con sus socios del Partido Popular tras un inicio tan torcido?

–Lógicamente, no empezó bien, pero creo que ahora hay unidad: hay mucha claridad, transparencia y se está haciendo un buen trabajo. Si hay una palabra que lo define, creo que es lealtad. Todas las áreas están siendo generosas, están trabajando bastante bien y eso se va a mantener.

–Más allá del COVID, ¿se han abierto ya las ventanas de la Diputación, como prometió en su investidura?

–Sí, creo que se están abriendo las ventanas. Aquí recibimos a cualquier alcalde de cualquier partido político y estamos intentando darles facilidades y apostar por mejorar sus municipios. No miramos de qué partido es cada uno.

–Usted también ha participado este año en muchas reuniones del Cecopi con la delegada de la Junta del PP, el subdelegado del Gobierno del PSOE y el alcalde de Zamora de Izquierda Unida. ¿Hay buen entendimiento institucional en la provincia?

–Bueno no, me parece que es excepcional, y hay que poner en valor la altura de miras. Es lo que nos piden los ciudadanos y tengo que agradecer la buena sintonía que ha habido con todos. Podemos tener diferencias en muchas cosas pero, en la salud, no se entendería que hubiese polémicas.