Diez mil seiscientos cincuenta y tres zamoranos son los candidatos a recibir la vacuna contra el coronavirus en la primera fase de la campaña de inmunización que se prevé comenzar el próximo domingo 27, en toda España y también en Zamora. Las dosis llegarán directamente desde el fabricante, Pfizer, al congelador adquirido para el servicio territorial de Sanidad en Zamora, en cajas multidosis que hay que descongelar y preparar para su uso. Serán cuatro grupos compuestos por un total de once enfermeras los que vayan poniendo las dosis a los colectivos seleccionados, a los que ya se están pidiendo los consentimientos informados para poderlos vacunar.

Dependiendo del número de residencias en su zona de actuación los grupos tienen distintas composiciones: hay uno de cuatro enfermeras, otro de tres y los dos restantes de dos. Empezarán por los usuarios de las residencias, cifrados en 2.869 por la Consejería de Sanidad. La de Familia en su parte diario indica que hay 3.996 personas en centros de mayores, aunque aquí se suman también los de personas con discapacidad. Se vacunará a todos los mayores ingresados, hayan pasado o no la enfermedad, ya que el nivel de anticuerpos que queda a los contagiados no es seguro que sea efectivo. En este lote de vacunaciones se incluye también a los 1.352 trabajadores sociosanitarios.

El segundo y tercer grupo de vacunación, previsto también para la fase 1 son los trabajadores de hospitales (2.293)y de Atención Primaria (701) que están en primera línea de trabajo con los enfermos COVID. En este caso no se vacunará a las personas que hayan pasado la enfermedad, ya que se considera que disponen de anticuerpos suficientes para evitar un nuevo contagio.

Los residentes y sus cuidadores son el grupo prioritario para la campaña

El cuarto grupo es el de los grandes dependientes, 3.438 personas en la provincia de Zamora. Sumando todos estos colectivos, salen 10.653 personas y como son necesarias dos dosis, suman 21.306. En el conjunto de la comunidad hacen falta 264.704 dosis en esta primera fase, pero sólo van a llegar en este primer mes 126.000 dosis, que servirán para vacunar a 63.000 personas es decir, que llegará prácticamente para poco más de los usuarios y cuidadores de residencias.

La idea, explicó la consejera, es que se haga un primer circuito de vacunación, a los 21 días un segundo para esas mismas personas recopilando también la primera dosis para las personas que por cualquier circunstancia no hubieran podido inmunizarse en la primera ronda. Y habrá una tercera visita para poner la segunda dosis a las personas que resten.

Las vacunas, que se pueden conservar también con hielo seco, tardan media hora en descongelarse y se transportan en neveras hasta su lugar de administración.

La vacuna que se va a distribuir en esta primera fase es la desarrollada por el laboratorio de Pfizer/BioNTech, que posee ciertas peculiaridades en cuanto a su conservación que hace que su utilización sea más compleja que otras.

Es una vacuna basada en el ARN mensajero que debe conservarse a muy bajas temperaturas (entre 70 y 80 grados bajo cero), y viene en viales multidosis, de cinco dosis cada uno de ellos, organizada en bandejas de 195 viales, que equivalen a 975 dosis de vacuna. Se trata, explico la consejera de Sanidad, Verónica Casado, de un medicamento “que ha superado los análisis de calidad y seguridad, habiendo sido testada en más de 44.000 voluntarios de dieciséis o más años en su fase III”. Las reacciones adversas observadas más frecuentemente de carácter local (84.1%): fatiga (62.9%), cefalea (55.1%), mialgias (38.3%), escalofríos (31.9%), artralgias (23.6%) y fiebre (14.2%), efectos similares a los de la vacuna de la gripe y que remiten con medidas sencillas o medicación habitual.

El congelador con las vacunas estará en Sanidad de Plaza Alemania. | L.O.Z.

La vacuna, no obstante, es segura y no produce más efectos adversos que otras que ya están comercializadas.

Sin embargo, para poder controlar su efectividad y su seguridad se ha desarrollado un sistema de registro nacional y de evaluación que recoge los siguientes ítems de cada comunidad: número de vacunas recibidas; número de vacunas entregadas en los centros de vacunación; tamaño de los colectivos a vacunar; capacidad de la administración de dosis diarias; número de citas diarias; y número de vacunas administradas diarias

Los datos se enviarán a diario al Ministerio de Sanidad para lo que hay un módulo de vacunas específico que se ha desarrollado en los sistemas informativos y que trasladará al Registro de Vacunación de la Dirección General de Salud Pública (Reva) y luego, de ahí, al nacional.

EL RESTO DE LA POBLACIÓN DEBERÁ ESPERAR A QUE LLEGUEN NUEVOS SUMINISTROS DEL MEDICAMENTO

Con las primeras unidades vacunales a recibir se deberá atender cubrir las dos dosis de estos grupos incluidos en esta fase de vacunación, por lo que, por el momento, el proceso de vacunación se centrará en ellos, sin que se avance a las siguientes fases hasta que no haya una mayor disponibilidad de vacunas.

En siguientes fases se vacunará a otros grupos poblacionales: así, por ejemplo en la segunda fase se contempla la vacunación de personas no institucionalizadas mayores de 70 años, de personas mayores de 50 años con factores de riesgo, menores de 50 años con factores de riesgo, personal docente de primera línea, embarazadas y personal de instituciones penitenciarias; para la fase III se ha indicado la vacunación del resto del personal esencial y docente, de personas de entre 40 y 59 años y del resto de población adulta.

Los profesionales que hayan pasado la enfermedad no recibirán ninguna dosis

Las características de la vacuna hacen precisa una amplia logística que abarca desde su recepción, a su conservación, restitución, administración y farmacovigilancia. Las vacunas llegarán a nueve puntos de recepción desde los laboratorios de la compañía farmacéutica, en donde se han establecido importantes medidas de seguridad para evitar cualquier problema, ya sea externo o fallos de los propios equipos impidiendo conservar adecuadamente el frío.

Para su conservación se han adquirido nueve ultra congeladores, uno por provincia, así como los equipos de protección precisos (guantes, protección ocular, batas adecuadas) para que los profesionales puedan manipular los viajes a muy baja temperatura. Los ultra congeladores no son indispensables pero sí útiles ya que facilitan la conservación pero las vacunas también pueden conservarse de manera óptima utilizando hielo seco. Los viales tardan treinta minutos en descongelarse, por lo que desde que se recojan hasta que se reconstituyan para administrarse habrá pasado tiempo suficiente para esa descongelación. Se han adquirido también cantidad suficiente de materiales para preparar y distribuir las vacunas, jeringas, agujas y suero fisiológico para la reconstitución de la vacuna en cantidades más que suficientes.