El obispo Fernando Valera ha firmado la renovación de todos los cargos diocesanos que habían cesado de manera automática a la muerte de Gregorio Martínez. De esta manera, José Francisco Matías Sampedro recupera su condición de vicario general y judicial, Luis Fernando Toribio la de vicario de pastoral, Luis Miguel Rodríguez la de vicario para el clero y Antonio Jesús Martín de Lera la de vicario para Asuntos Sociales.

Tal y como han confirmado desde la Diócesis, se trata de un procedimiento habitual cuando un nuevo prelado toma las riendas de la diócesis, con el fin de que el trabajo cotidiano continúe con normalidad hasta que el titular conozca de primera mano la realidad diocesana.

Valera ha señalado que, según avancen los meses, se podrán advertir modificaciones. “El tiempo y las necesidades pastorales exigirán, sin duda, que se realicen los reajustes necesarios”, ha manifestado.