Coca-Cola European Partners (CCEP) acelerará la descarbonización de su negocio reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del conjunto de su cadena de valor -incluidas las emisiones de alcance 1, 2 y 3- en un 30% en 2030 (respecto a 2019)* y fija el camino para convertirse en una empresa Cero Emisiones en 2040, en línea con el acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5˚C. La compañía reducirá las emisiones GEI en las cinco áreas de su cadena de valor: envases, ingredientes, operaciones, transporte y equipos de frío. Se va a poner especial foco en la reducción de las emisiones de alcance 3, que están reconocidas como las que generan un mayor desafío, comprometiéndose a apoyar a sus proveedores a que establezcan sus propios objetivos de reducción de emisiones de carbono basados en criterios científicos y empleen electricidad 100% procedente de fuentes renovables.

Según afirma Damian Gammell, CEO de Coca-Cola European Partners, en la presentación de estos objetivos a escala internacional, “nuestra visión siempre ha sido ofrecer productos elaborados de manera sostenible, pero hoy reconocemos una mayor urgencia de abordar el cambio climático, uno de los desafíos más serios y complejos a los que se enfrenta nuestra sociedad y nuestro planeta. Por esta razón hemos desarrollado un ambicioso plan para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero que, con objetivos de reducción de emisión de carbono, avalados científicamente, respalde nuestra ambición y trace el avance de nuestras acciones”, ha señalado. “Tenemos una responsabilidad con las comunidades en las que estamos presentes de adoptar acciones que minimicen los efectos sobre el clima. Somos conscientes de que será un proceso complicado y largo -no hay soluciones fáciles ni mágicas- pero tenemos la determinación de realizar estos cambios tan rápido como podamos y de desempeñar nuestro papel para ayudar e influir en otros. Hemos realizado importantes avances hasta ahora, y pretendemos continuar liderando la transición hacia un futuro bajo en carbono a través de la transformación de la forma en la que hacemos negocios y situando el impacto sobre el medio ambiente en el centro de nuestra toma de decisiones”, concluye Gammell.

Para la puesta en marcha de este plan de acción, Coca-Cola invertirá 250 millones de euros en los próximos tres años.