Una denuncia previa por amenazas habría desatado la ira del procesado. Al parecer, había enviado mensajes de WhatsApp a la presunta víctima, otro varón, con frases como “te voy a arrancar la barba sin afeitar”, “te voy a partir la cara”, “los dientes”. Así explica el abogado de la acusación que un buen día el acusado se presentara a la puerta del domicilio de la pareja del denunciante para agredirle.

Había anochecido ya cuando el imputado se presentó con su vehículo en la casa de la novia del denunciante, en la localidad de Castrogonzalo, en mayo de 2019, donde entablaría una fuerte discusión con el hombre que le había denunciado, discusión que terminaría en agresión y atropello intencionado, según la Fiscalía de Zamora. El conductor dirigiría su coche contra el perjudicado de forma premeditada, quien terminó montado sobre el capó y cayendo al suelo, según la Fiscalía, que pide a la Audiencia de Zamora una condena a 3 años de cárcel por lesiones graves para el acusado. Las imágenes grabadas con el móvil del herido confirman la embestida con el automóvil.

El Ministerio Público ve detrás de esta actitud la intención “deliberada y voluntaria” de causar daño físico “de forma violenta” a la presunta víctima al arrollarle con el turismo de forma sorpresiva, lo que provocó que el hombre recorriera varios metros sobre el capó del turismo. El varón se vio libre solo cuando el imputado, de iniciales I.F.C., frenó contra unos setos sobre los que cayó el denunciante. La acusación particular cree que fue un homicidio en grado de tentativa y pide que se le imponga alejamiento de su cliente por cinco años tras la condena a prisión, y que no pueda comunicarse por ningún medio con su cliente.

El denunciante relató que, tras la primera discusión, el procesado volvió a la puerta de la casa de su pareja y comenzó a tocar el claxon para increparle y pedirle que saliera. Al objeto de evitar escándalos en el pueblo, el hombre decidió salir de la casa, en la que se encontraba con su novia. Ambos emprendieron una “una fuerte discusión”, momento en el que el conductor bajó del turismo y le propinó un puñetazo en la cara para volver hacia el coche. Cuando quienes presenciaban la escena creyeron que se iría con su vehículo y que la trifulca había terminado, el imputado regresó hacia la puerta de la casa con una barra de hierro, y la intención de golear al otro varón, que tuvo el tiempo justo para entrar en la vivienda de nuevo y sortear el golpe.La agresión descrita en la denuncia, en la que intercedió la mujer para evitar males mayores, parecía terminar, pero el procesado solo fingió que se iba. En realidad, esperó en un lugar donde no podía ser descubierto desde la casa y cuando su supuesto objetivo abandonó la casa de su novia, reapareció. “Arrancando bruscamente” el turismo, “arremetió contra el denunciante, al que arrolló”.

Tras caer del capó, el hombre sufrió policontusiones, esguince de tobillo, del que tuvo que ser operado y que le mantuvo inmovilizado y con rehabilitación, del que tardó 37 días en sanar, lesiones por las que deberá pagar una indemnización de 1.850 euros, 650 euros por las lesiones y 646,10 por los gastos del Sacyl.