“Está más que estudiado que la risa es beneficiosa para la salud”. Con este mantra acuden esta tarde al Teatro Ramos Carrión (19.00 horas) los humoristas J. J. Vaquero, Chapu y Sr Corrales, para desplegar todo su ingenio en “Noche de monólogos”. La irreverencia del primero, con el humor localista del segundo y el análisis de la actualidad del tercero son la carta de presentación de este espectáculo.

“La ironía sobre el uso de mascarillas, el hidrogel y el distanciamiento estarán presentes en mi intervención”, adelanta Sr Corrales, quien también se ha inventado una denominación para las próximas fiestas, “normavidad”, que estará presente en esta misma parte.

“El término monologuista viene de “mono”, es decir, uno solo, y “logo”, guapo, (risas), pero es mucho más cómodo juntarse tres, y más si son estos compañeros con los que tanto me río, todo lo hacen mucho más divertido”, destaca Sr Corrales de este espectáculo.

La distinción de señor a este humorista le llegó de casualidad. “Realmente yo me llamo Corrales, pero en mi bautismo sobre un escenario, hace ya 24 años, al presentador le debió sonar un poco raro y me presentó como señor Corrales y así se quedó. Es algo anecdótico, como lo de llevar la corbata desabrochada”, rememora. “Esto nació cuando me la puse en un evento corporativo de empresa, donde hacía mucho calor. Me deshice el nudo, porque además no estoy acostumbrado a llevarla e inmediatamente tuve que salir corriendo al escenario y así ha sido desde entonces”, explica.

En una etapa de su carrera profesional, además, tuvo la suerte de compartir manager con Miguel Gila. “Me dijo que a él le conocían por el teléfono y a mí lo harían por la corbata”, agradece.

Aunque este verano ha tenido la suerte de actuar en grandes espacios abiertos, desde plazas de toros hasta campos de fútbol, la llegada del frío y las nuevas restricciones vuelven a encerrar a los artistas en teatro con aforos limitados. “Es muy duro, porque el humorista vive de la sonrisa, de la risa y de la carcajada. Ahora mismo, si no es histriónica, no te das cuenta de ella ni la vemos. El humorista se tiene que esforzar bastante más que lo que hacemos normalmente. En general, lo notamos todos los que dependemos del público y se hace todo un poco más cuesta arriba”, reconoce.

Aun así, agradece el calor de los espectadores. “El humor siempre es necesario, pero en las épocas de crisis se ha demostrado que es más necesario que nunca. De la que más me acuerdo es de la de 2007, que llegó al mundo artístico cuatro años después. La gente durante el espectáculo desconecta de los problemas cotidianos que tenemos todos, como el paro, la propia enfermedad, el temor al futuro. De todo eso se olvida por un rato y entre los tres conseguir que todo el mundo se abstraiga. Toca reír y pasárselo bien. De hecho, la risoterapia está estudiada por médicos y la risa es beneficiosa para la salud. Ahora mismo la sociedad demanda reírse”, finaliza.