El obispo electo, Fernando Valera Sánchez, será ordenado prelado de la diócesis de Zamora y tomará posesión este sábado 12 de diciembre, en la Catedral de Zamora a partir de las 11.00 horas. Una celebración que tendrá una duración aproximada de dos horas y que estará condicionada por el coronavirus.

La actual situación de pandemia ha marcado la organización y la celebración de este gran acontecimiento diocesano. De tal manera, que el aforo será de 300 personas, aunque atendiendo a las recomendaciones de la Junta se podrían alcanzar las 500 que son el 50 por ciento del total. En otras ordenaciones episcopales la Catedral ha albergado hasta a 1.200 personas.

Así las cosas, los presentes en la celebración accederán al templo únicamente con la invitación que se ha emitido desde el Obispado. Los medios de comunicación lo harán mostrando su acreditación y para ellos se ha habilitado una sala de prensa.

Siguiendo con las instrucciones sanitarias y con el fin de salvaguardar el metro y medio de distancia entre los asistentes, se han retirado los bancos de las naves y el trascoro para colocar sillas. Del mismo modo, tampoco será posible encender el sistema de calefacción y las puertas permanecerán abiertas.

Las personas asistentes a la celebración lo harán de forma escalonada para evitar aglomeraciones en las puertas de la Catedral y así se les ha hecho saber a los distintos colectivos representados.

Autoridades provinciales, regionales, nacionales y militares han confirmado su asistencia a la ordenación y toma de posesión de don Fernando. Cabe destacar que entre ellos figura el secretario general del Partido Popular y diputado por Murcia, Teodoro García Egea; o la alcaldesa de Bullas, localidad natal del obispo electo.

Monseñor Valera ya se ha instalado en su nuevo hogar en Zamora, una casa anexa al palacio episcopal. De allí saldrá a pie el sábado, minutos antes de las 11.00 horas, y acompañado por el nuncio, Bernardito Auza, se dirigirá hasta la Catedral. Una vez en el atrio, las puertas se abrirán y será recibido por el administrador diocesano y el cabildo catedralicio. Antes de acceder al interior, el deán, José Ángel Rivera, le ofrecerá la Cruz de Carne para que la venere con una inclinación.

Este es un momento muy especial teniendo en cuenta la actual situación de pandemia. Hay que recordar que los fieles zamoranos han recurrido a la intercesión de esta reliquia medieval en otros momentos históricos donde se han vivido graves crisis sanitarias o de otra índole”, se apunta desde la diócesis.

Una vez en el interior del templo, el obispo electo rezará en la capilla del Santísimo, continuará por la nave norte y se detendrá en el trascoro para orar frente a la tumba de su predecesor, Gregorio Martínez Sacristán. A continuación, se revestirá en la sala capitular para salir en procesión con el resto de obispos y sacerdotes hasta el altar.

La celebración la presidirá el nuncio Bernandito Auza y estará acompañado en el altar por otros cinco obispos para respetar el metro y medio de distancia entre ellos.

Uno de los momentos destacados de la celebración es cuando el elegido recibe los signos episcopales, como son el pectoral, la mitra, el báculo y el anillo

A continuación, el ya ordenado obispo de Zamora tomará posesión y lo significará en el momento que se siente en la cátedra. Allí recibirá el gesto afectuoso de los obispos presentes en la celebración, que, uno por uno, irán subiendo al altar.