Los promotores de la biorrefinería de Barcial del Barco hicieron un llamamiento a la calma este martes, tras el comunicado emitido por la plataforma que apoya el proyecto, que había pedido explicaciones a la Diputación Provincial por una supuesta demora a la hora de adquirir los terrenos. El empresario Vicente Merino abogó por la “tranquilidad”, expresó su “confianza total” en el presidente de La Encarnación, Francisco José Requejo, y habló de “una situación normal” en este tipo de obras.

Antes, la plataforma había pedido información al equipo de Gobierno provincial, tras constatar que la compra del terreno debería haberse formalizado “como muy tarde” durante la primera semana de diciembre. Una vez fuera de ese plazo, el colectivo decidió salir a afear públicamente el retraso del presidente y los suyos, y a hablar de “dilaciones incomprensibles”.

Cabe destacar que Requejo se comprometió a adquirir, desde la Diputación, los terrenos donde se ubicará la biorrefinería, en una operación que supondrá un coste de algo más de 300.000 euros para las arcas provinciales. Esa promesa se mantiene intacta, más allá de que los trámites se estén prolongando más de lo deseado.

En todo caso, los promotores sí mantienen la tranquilidad: “Todo se está cumpliendo”, insistió Vicente Merino, que se mostró comprensivo con “la impaciencia” de según qué colectivos, pero que confirmó que la Diputación “está implicada al 100%” con este proyecto empresarial que prevé generar cientos de puestos de trabajo directos e indirectos en la zona una vez esté en funcionamiento la planta. Es decir, en torno a los primeros meses del año 2023.

De hecho, como muestra de esa confianza en que todo saldrá adelante correctamente, los promotores perimetraron el terreno hace unas semanas, instalaron una caseta de obra y desbrozaron la zona. Ahora, según indicó Merino, están aprovechando para realizar algunos estudios necesarios para la ejecución y, en definitiva, para adelantar el trabajo que pueden ir resolviendo antes de que la maquinaria entre definitivamente a la parcela.

Así las cosas, Vicente Merino aceptó que las circunstancias puedan generar inquietud, al tratarse de “un proyecto de desarrollo tan importante para Zamora”, pero quiso aprovechar la ocasión para “reforzar el mensaje de que todo va bien”. “No hay nada extraño y hay que estar tranquilos”, confirmó el promotor de la biorrefinería, que confía en que el trámite se resuelva en las próximas semanas para que el proceso pueda continuar su curso en los plazos marcados para poner en marcha la fábrica.