La junta directiva de la Real Cofradía del Santo Entierro valorará la petición de nulidad de las elecciones para renovar la Junta Directiva solicitada por dos expresidentes, Luis Boizas y Macario Delgado, “dos hermanos muy importantes y con peso específico grande” dentro de la organización, de cuya petición solo conocen el contenido a través de lo publicado en La Opinión-El Correo de Zamora. La solicitud de repetir el proceso electoral íntegro “se estudiará y se tomará una decisión sobre cómo encauzar esa petición”, han indicado fuentes próximas a la directiva

El presidente del Santo Entierro, Graciliano Hernández, no ha querido realizar ninguna valoración sobre la misiva que los dos influyentes hermanos remitieron a la Directiva actual a finales de la pasada semana para impugnar el proceso electoral y que se parta de cero. “La carta la conocemos extraoficialmente y hasta que no nos llegue por correo no tomaremos ninguna decisión”, declaró ayer a este diario Hernández, quien ha cumplido ya el número máximo de mandatos que prevén los estatutos de la Cofradía. Hernández rehusó efectuar cualquier tipo de manifestación que pueda interferir en el resultado del análisis minucioso de las razones que exponen Boizas y Delgado para la nulidad, tales como los defectos de forma en la convocatoria y la “imposibilidad material de asistencia de los hermanos a la asamblea extraordinaria por las restricciones de movilidad” impuestas por Sanidad frente al COVID-19.

El capellán de la Cofradía y secretario del proceso electoral, Florencio Gago Rodríguez, mencionó la falta de medios telemáticos entre las causas de la suspensión “sine die” de la asamblea previa a los comicios. El también presidente de la mesa electoral detalla que la Cofradía “no está en disposición de realizar” esa reunión con medios digitales, ya que “no dispone de medios necesarios para dar las garantías necesarias al proceso electoral”.

Asimismo, apuntaron a que en la convocatoria de la Directiva “no se requiere el quórum mínimo del 3%” de asistentes que recoge los estatutos de la Cofradía para desarrollar el proceso electoral ajustado a la normativa. En ese sentido, Boizas y Delgado indican que “no se puede cercenar el derecho a voto de más de la mitad” de los hermanos que puede participar y subrayan que el presidente resultante quedaría poco legitimado.

La suspensión de la convocatoria electoral se explica únicamente por la imposibilidad de seguir las medidas sanitarias para desarrollar la votación con garantías suficientes para impedir contagios. La celebración de la asamblea extraordinaria, imprescindible para poder llevar a cabo los comicios, se llevará a cabo “lo antes posible, en el momento en que las autoridades sanitarias lo permitan”, agrega el capellán en la comunicación oficial que remitió a la directiva. Respecto de las candidaturas, indica que se han aceptado las recibidas en tiempo y forma; que “no será posible presentar ninguna otra hasta la fecha en que se pueda celebrar la asamblea” y que no se podrán tramitar altas nuevas hasta que haya elecciones.