El número de conductores que han dado positivo en los controles de drogas preventivos en carretera se ha incrementado en los últimos tres meses, durante los que se registró un 50% más de infracciones de ese tipo respecto del mismo periodo de 2019, cuando ese aumento se quedó en el 35% en relación con 2018. El porcentaje ha crecido en un 23% cuando las pruebas se llevan a cabo tras un accidente de tráfico, cuatro puntos más que en 2019, cuando se registró un crecimiento del 19%, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

En prevención de que los ciudadanos se pongan al volante tras haber consumido alguna droga, Tráfico pondrá en marcha desde mañana y hasta el 13 de diciembre una nueva campaña de vigilancia específica en la red viaria de la provincia, en la que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán los controles sobre este factor de riesgo que, no solo incrementa la tasa de incidencia de accidentes, sino también la gravedad de los mismos. La campaña se incluye dentro del calendario de actuaciones que realiza TISPOL (Organización Internacional de Policías de Tráfico).

A pesar de las restricciones que se derivan de las medidas de seguridad por el COVID-19 que dejarán sin comidas y cenas navideñas a la mayoría de los ciudadanos, la DGT continúa empeñada en la concienciación y la vigilancia para erradicar el consumo de alcohol y drogas, ya que la primera de las sustancias fue la segunda causa de los accidentes mortales que se produjeron el año pasado (24%), solo por detrás de la distracción. Más de uno de cada tres conductores fallecidos había consumido alcohol u otras drogas, explica la Subdelegación del Gobierno central en Zamora.

Los puntos de control se establecerán en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día, con el objetivo de disuadir a los conductores de hacerlo bajo los efectos del alcohol o de otras drogas. Las pruebas se realizan con todas las garantías de seguridad tanto para el ciudadano como para el agente.