Óscar Ortiz forma parte junto a Jacinto Cienfuegos del tándem de la compañía “Tiritirantes”, que trae este domingo a Zamora el espectáculo familiar “¡A su servicio!”, donde el humor, el circo y la magia tendrán un especial protagonismo sobre las tablas del Teatro Ramos Carrión.

–¿Qué tipo de espectáculo traen este domingo al Teatro Ramos Carrión de Zamora?

–Es un espectáculo familiar para todos los públicos, que tiene números de circo y de magia y, sobre todo, es un espectáculo de humor.

–¿Cómo se consigue llegar a público infantil y adulto a través del mismo tipo de humor?

–El humor es universal lo que pasa es que nuestro espectáculo sí que tienen una parte más infantil y alguna broma o sketch más dirigido a adultos. Todo lo que hacemos de circo y magia lo entienden o sorprende igual los niños y los adultos.

–¿Es más necesario hacer reír a los espectadores en los tiempos que corren?

–Creo que la risa y el humor son siempre necesarios. Ahora quizás es una vía de escape más valorada porque nos damos cuenta de lo que estamos pasando. La cultura, por un lado, no es esencial porque está claro que es más importante salvar vidas pero, otro lado, no se puede vivir sin la cultura. Solo hay que pensar cómo hubiéramos pasado el confinamiento sin música, sin televisión o sin series.

–Combinan espectáculos de calle y de interiores, ¿cómo se realiza esa adaptación de espacios?

–Lo diferente es que en la calle tienes mucha más conexión con el público. Se rompe esa cuarta pared, ves al público y puedes jugar con los espectadores, con una simple mirada o comentario. En la calle siempre hay algo de más espontaneidad. En el teatro se pierde esa parte de contacto con el público. Los espectadores te ven, pero tú no los ves a ellos y, por otro lado, el espectáculo es más bonito con la iluminación y con todos los detalles.

–En su espectáculo combinan acrobacias, malabares y otros ejercicios circenses, ¿es necesario un gran entrenamiento para realizarlos?

–La verdad es que sí. Sobre todo, para hacer circo hay que meter muchas horas. El circo, como todo, es a base de ensayar y practicar mucho. Cuando más o menos consigues la técnica tienes que mantenerla. El circo es muy físico. En la pandemia ha sido otra de las dificultades que hemos tenido porque de repente te avisaban de un día para otro para hacer un espectáculo y sin el ensayo previo no podemos hacerlo. El espectáculo que llevamos a Zamora no es tan físico como otros que tenemos con ejercicios aéreos, pero siempre tienes que ensayar mucho. Es algo que llevas dentro y te gusta y a mi si me quitan mi entrenamiento diario parece que me falta algo.

–El escenario es el Gran Hotel Paraíso, un hotel venido a menos, ¿qué referentes han tenido en cuenta para crear este ambiente?

–La verdad es que cuando teníamos ya el espectáculo montado nos vinieron hablando de una película, “El Gran Hotel Budapest”, y es verdad que el vestuario y el ambiente se parece, pero fue casualidad. “Four rooms”, una película muy divertida y loca de Tarantino también nos ha podido inspirar, pero no te inspira una solo cosa concreta sino de todo lo que ves y que luego te sale a la hora de montar un espectáculo.

–¿Qué tipo de personajes son Birly & Biloque, los protagonistas del espectáculo?

–Son los dos botones del hotel que son dos clowns. En este mundo se juega un poco con los papeles de “Carablanca y Augusto”, es decir, el que manda y el tonto, por decirlo de alguna manera. En este caso jugamos con los dos papeles, se los intercambian dependiendo del momento. Lo que hemos intentado es que estos personajes no quieran hacer circo o magia, sino que surja dentro de la historia, que está teatralizada, que surjan esos momentos que sorprenden más.

–La pandemia ha pasado factura a muchos sectores y, en especial, a la cultura, ¿cómo ha afectado a su compañía?

—Sí, nos ha afectado mucho. Todo lo que teníamos a partir de marzo se suspendió. Luego empezamos otra vez a contratar, pero volvimos a tener otra ronda de suspensiones y ahora estamos trabajando pero a medio gas. Antes de ayer nos suspendieron lo que teníamos previsto el sábado en Burgos. Algunos lo aplazan, pero ya son fechas que tienes que reservar y espectáculos que, a lo mejor, llevabas ensayando una semana. Hemos trabajado un poco menos de la mitad que un año normal.