El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, cree que las zonas despobladas de provincias como Zamora deben contar con ventajas fiscales para favorecer el emprendimiento, y ver mejorada su conectividad digital para tener opciones de desarrollo de cara al futuro. Así lo manifestó el responsable autonómico durante su intervención en la jornada de presentación a nivel europeo del Plan Estratégico de Gobernanza para el Despoblamiento Rural, un proyecto que implica a varias comunidades autónomas y que está coordinado por Cantabria.

Igea advirtió de que algunas zonas están “ante la última oportunidad” de beneficiarse de los fondos europeos, y alertó sobre la posible “desafección” de los habitantes de estos pueblos hacia Europa: “La perspectiva demográfica debe incorporarse a todas las políticas públicas para afrontar este problema de primera magnitud”, subrayó el vicepresidente autonómico, que habló de “urgencia” a nivel comunitario en relación a este asunto.

Del mismo modo, el responsable autonómico volvió a hablar de “la peculiaridad” de Castilla y León como territorio extenso y muy afectado por la caída demográfica. Cabe destacar que Zamora encabeza las principales estadísticas sobre despoblación y envejecimiento de la comunidad autónoma, por lo que precisa de una actuación inminente para cortar esa sangría, especialmente en la parte occidental del territorio, la más cercana a la frontera con Portugal.

Asimismo, Igea abogó por reforzar la opción que se abre a través de la “innovación”, y volvió a citar “la fiscalidad ventajosa” y las políticas educativas que “favorezcan el emprendimiento” como elementos potenciales de desarrollo.

Las comarcas fronterizas sufren especialmente el castigo de la despoblación

Por otro lado, en los últimos días, Francisco Igea remitió nuevamente al Gobierno los planteamientos de la Junta para el borrador sobre la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico. El vicepresidente autonómico resaltó que “debe hacerse referencia expresa a la fijación, integración, incremento y atracción de la población” hacia la España interior.

Además, Igea hizo énfasis en la importancia de asegurar la prestación de los servicios, más allá de la dispersión. Esta reclamación se interpreta como una petición de ayuda para la administración autonómica, que tiene las competencias principales y que busca tender hacia un modelo más sostenible, como ya avanzó en su momento el propio vicepresidente.

Al hilo de esto, Igea propuso la creación de un fondo específico de dinamización demográfica interterritorrial que tenga en cuenta diferentes criterios para su distribución. Entre ellos, la pérdida intensa de población, la dispersión, el envejecimiento o la caída de la natalidad, unos aspectos en los que Zamora es líder negativo no solo de Castilla y León, sino de toda España, por lo que cabe esperar que, si se toman en consideración esos indicadores, la provincia sea una de las grandes beneficiadas.

A partir de ahora, habrá que ver cuál es la respuesta del Gobierno central y, lógicamente, cómo invierte la Junta los fondos procedentes del Estado o de Europa que tenga que gestionar.

El Ejecutivo regional busca atraer ciudadanos hacia “la España interior”

IGEA PIDE CRITERIOS CLAROS PARA LAS ZONAS DE BAJA DENSIDAD DE POBLACIÓN

Otro de los aspectos que tocó el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, en sus planteamientos para el borrador de la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico fue el de la necesidad de “aclarar y definir el glosario utilizado” por el Gobierno. Por ejemplo, en lo referente a la densidad de población.

Igea aludió a la importancia de que, por zona de baja densidad de población, la estrategia se refiera a la agrupación de entidades locales limítrofes con una tasa de habitantes por kilómetro cuadrado inferior a 12,5, y por debajo de 8,5 cuando se hable de densidad de población muy baja.

Aquí, de nuevo, Zamora se vería beneficiada por la claridad expositiva, y es que este indicador también deja patente en qué situación se encuentran muchos de sus territorios. No en vano, el 85% de los municipios de las comarcas zamoranas que hacen frontera con Portugal tiene una densidad de población inferior a ocho habitantes por kilómetro cuadrado. Es decir, se sitúa por debajo del ratio que la Unión Europea considera como zona en riesgo severo.

Además, Igea también propuso que “la zona fronteriza” reconozca a las agrupaciones locales a menos de 25 kilómetros de La Raya.