Zamora vuelve a contar con sede propia de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Tras el cierre de la misma hace diez años, la reapertura de la nueva agencia administrativa se ha hecho realidad a principios de noviembre en la calle San Atilano, en el mismo espacio que ya ocupaba antes de suprimir su presencia en la capital.

“Poder reabrir ha sido una inyección de ilusión tremenda después de que tuviéramos que tomar la difícil decisión de cerrar hace diez años”, reconoce Ismael Pérez Blanco, delegado territorial de ONCE en Castilla y León. Recuperar la presencia de la ONCE en la provincia también supone “volver a ofrecer nuestra imagen a los zamoranos al poder contar de nuevo con una sede física que nos va a dar la oportunidad de generar más actividad y contribuir a proyectos que se desarrollen en Zamora”.

La de Zamora era una de las tres sedes suprimidas en Castilla y León, junto a las de Ávila y Soria, que la ONCE también tiene previsto reabrir en los próximos meses. De hecho, Pérez Blanco matiza que la reapertura de estas tres oficinas, junto a la de Teruel “son los únicos proyectos de inversión previstos por la ONCE a lo largo de este año”. Con esta ampliación de instalaciones, “el objetivo es recuperar nuestra presencia física en todas las provincias dentro de nuestra apuesta de seguir llevando nuestros servicios a cualquier pueblo de España”, sostiene el delegado territorial de la ONCE.

La ONCE regresa a Zamora

“La reapertura ha superado todas nuestras expectativas, la acogida ha sido muy buena”

Esther Pérez - Directora de la oficina

La reapertura de la sede de Zamora también aportará una generación de cerca de una decena de empleos. La ONCE cuenta en la actualidad con 44 vendedores en la provincia y la intención es contratar a tres o cuatro más, según adelanta Esther Pérez, la directora de la oficina recién puesta en marcha en la capital. A ellos se suman dos maestras y dos puestos administrativos de nueva creación.

A mayores, la plantilla también está compuesta por otro tipo de profesionales que durante los diez años de supresión de la sede en la capital han seguido atendiendo en sus domicilios a los cerca de 300 afiliados de la ONCE en la provincia que sufren distintos grados de discapacidad visual, como un técnico de rehabilitación o una trabajadora social.

Una de las primeras campañas puestas en marcha en la sede zamorana es una recogida de alimentos para familias desfavorecidas, “con la que pretendemos revertir en la sociedad zamorana el apoyo que siempre nos ha dado”, explica Esther Pérez, quien también destaca “la buena acogida que ha tenido la reapertura de la sede, no sólo por parte de los afiliados y vendedores, sino por parte de toda la sociedad zamorana”.

La reapertura de la oficina en la capital ha sido posible gracias a la recuperación de ventas experimentada por la ONCE en los últimos cuatro años, con un incremento anual cercano al 6%, según señala Ismael Pérez. Unas cifras que han servido para compensar el descenso de ventas producido durante los tres meses de interrupción de la actividad causado por la pandemia, que llegó a un 35%.