Castilla y León perdió un 5,79% de su población entre los años 2008 y 2018; la caída demográfica en Zamora alcanzó el 11,5% en ese mismo periodo. El dato deja patente que esta provincia sufrió una sangría el doble de cruenta que la media de la comunidad autónoma en la década que se inició a partir de la crisis económica. Los datos son públicos y se pueden consultar a través del Instituto Nacional de Estadística y otros organismos, pero ahora aparecen además en el informe del Consejo de Cuentas sobre la despoblación en la región, que aporta diferentes datos con una misma conclusión.

Esa lectura señala que Zamora es la provincia más castigada por la despoblación en la comunidad autónoma. De lejos. De hecho, el mapa que acompaña al informe muestra a este territorio en un color granate que contrasta con el blanco de Valladolid, que tan solo cedió un 1,73% de sus habitantes entre 2008 y 2018. Inmediatamente después del 11,5% de Zamora se hallan Ávila y León que ni siquiera alcanzan un 8% de caída.

En estos datos influyen la elevada tasa de envejecimiento de Zamora y las paupérrimas cifras de natalidad que presenta, con apenas 11.569 nacimientos en la citada década. La provincia todavía es la quinta en población de la comunidad autónoma, pero aparece la octava en lo referente a los niños que llegaron al mundo en este periodo, solo por delante de Soria. En fallecimientos, Zamora sí gana a Ávila, Palencia o Segovia, con casi 30.000.

Solo Soria tuvo menos nacimientos en la década objeto de análisis

Con estas cifras, a nadie le extraña que la provincia aparezca en el papel de víctima en las proyecciones de población del INE, que auguran una pérdida de 30.000 habitantes para Zamora de aquí a 2035. Lo cierto es que, si la despoblación es un problema gravísimo para muchas zonas de Castilla y León, los datos revelan que Zamora se halla en el punto más crítico.

El informe incluye algunas otras estadísticas, como las relacionadas con las migraciones en el interior de Castilla y León o en relación a otras comunidades. En lo referente a la propia comunidad autónoma, nada nuevo: Zamora también se sitúa a la cola, mientras Valladolid o Burgos obtienen los datos más positivos.

Ante esta situación, el Consejo de Cuentas de Castilla y León plantea una serie de recomendaciones, orientadas a atajar el problema de la comunidad, aunque reconoce que “el análisis debería tener características diferentes en las distintas zonas” de la región. En este punto, el órgano habla de la posibilidad de implementar “programas piloto” para evaluar la eficacia de las iniciativas, aunque no aclara de qué tipo.

Del mismo modo, el Consejo de Cuentas estima que las Cortes de Castilla y León deberían valorar la posibilidad de aprobar una figura similar a un observatorio permanente para estudiar la evolución de la población en la comunidad, para que funcione como “instrumento estable de seguimiento de la realidad demográfica”.

La proyección del INE para el futuro habla de un territorio cada vez más castigado

Lo cierto es que, hasta el momento, las políticas puestas en marcha no han servido para atajar el problema. En Zamora, ni siquiera para paliar la sangría.

EL ÓRGANO PROPONE QUE LAS ENTIDADES LOCALES TRACEN PLANES CONCRETOS

El Consejo de Cuentas también preguntó a las entidades locales acerca de las medidas que han tomado o que están implementando ahora para tratar de atajar el problema de la despoblación. Tras conocer la respuesta de los principales ayuntamientos y de las nueve diputaciones, desde el órgano se planteó la necesidad de “identificar el problema que quieren abordar teniendo presente su singularidad”.

Además, el Consejo de Cuentas subrayó que las entidades locales tendrían que “estructurar sus actuaciones en función del análisis previo, a través de un plan que les permita dar coherencia a las medidas a desarrollar”. El órgano también recomendó que ayuntamientos y diputaciones recaben información de las distintas administraciones públicas para participar en las líneas de ayuda “con una visión a medio plazo”.

Entre las respuestas ofrecidas por las entidades locales zamoranas, cabe destacar que la Diputación informó de su estrategia sobre la “silver economy” como eje de la lucha contra la despoblación en el territorio, más allá de otras ayudas concretas, mientras que el Ayuntamiento habló de su respaldo a la actividad económica y el desarrollo de la ciudad.