La misma sensación que experimenta Bill Murray cuando suena “I got you babe” en la película Atrapado en el tiempo es la que envuelve a los concejales del Partido Popular y Ciudadanos al leer el capítulo de inversiones en los Presupuestos del Ayuntamiento de Zamora. Tanto es así que, durante el Pleno celebrado ayer para aprobar las cuentas municipales, los unos y los otros se refirieron a este particular como “las inversiones de la marmota”. Un apelativo que no preocupa en absoluto al equipo de Gobierno, donde consideran que las obras van saliendo. Así, enumeraron proyectos conclusos como el antiguo matadero, expropiaciones y derribos en la muralla, dotaciones para asociaciones de vecinos, infraestructuras deportivas, caminos rurales y todo lo asociado a lo financieramente sostenible. Y, el resto, se hará.

Los votos a favor de Izquierda Unida finalmente bastaron para aprobar unos Presupuestos de cara a 2021 cuyo debate en Pleno ya estaba escrito. Fue Diego Bernardo, concejal de Hacienda, el encargado de defender en solitario las cuentas de la administración dirigida por Francisco Guarido. Un documento “responsable” y basado en cinco premisas: “Es un presupuesto que está del lado de quien peor lo está pasando, que mejora los servicios que los ciudadanos pagan con sus impuestos, que fomenta la economía de la ciudad, que apuesta por la inversión y que se resiste a subir impuestos”.

El apartado tributario, siempre motivo de conflicto, fue utilizado por Partido Popular y Ciudadanos para desplegar su ataque frente a Izquierda Unida. Cruz Lucas tomó la palabra para exigir un mayor compromiso al equipo de Gobierno y recordarle, “por si no se había enterado, la situación crítica que atraviesa Zamora”. Más contundente fue Víctor López de la Parte, quien defendió que, “lejos de bajar o mantener los impuestos, lo que se está haciendo es subirlos y así lo comprobarán los zamoranos en sus recibos”. David Gago, por su parte, quiso alejarse de la política de reducir la presión fiscal, aunque propuso una serie de bonificaciones “puntuales” para sectores concretos afectados por la crisis.

Bernardo respondió a todos alegando que los impuestos “son necesarios para mantener los servicios públicos” y para recordar que “al ciudadano no le molesta pagar impuestos, sino que sus impuestos los tiren a la basura, como hizo el PP”. El concejal de Hacienda, además, tuvo que lidiar con las críticas hacia el espíritu inversor del equipo de Gobierno. En este caso, unánimes. Fueron denominadas como “las inversiones sin esperanza” para Lucas, “las inversiones de la marmota” para López de la Parte y “las inversiones decepcionantes” para Gago. Este último, de hecho, afeó el propósito de “acudir siempre al remanente, que es la caja que se llena con lo que no gastan año tras año”. Para Bernardo, sin embargo, la situación es diferente: “Puede que tardemos, pero decir que no invertimos es mentir”.

UNOS “PROCESOS DEMASIADO LARGOS” LASTRAN LA EJECUCIÓN DE LAS OBRAS EN TIEMPO

El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Zamora, Diego Bernardo, quiso explicar ayer por qué las inversiones tardan tanto en salir adelante, hasta el punto de que la oposición considera que vive en “el día de la marmota”. El edil de Izquierda Unida defendió que los procesos no son del todo amables para la administración. “Es cierto que, en ocasiones, toda la trama burocrática que hay que realizar antes de ejecutar las inversiones son largas, más de lo que nos gustaría”, señaló. “Pero eso no quiere decir que este ayuntamiento no invierta. Al contrario: en lo que llevamos de año, hemos invertido 4,6 millones de euros”, añadió sobre las cuentas municipales. “Ahora mismo, somos la segunda capital de Castilla y León que más ha invertido en relación a su población”, expuso. Unas explicaciones que no terminaron de calar entre la oposición en el Pleno celebrado ayer por la vía telemática. Todos los partidos exigieron “un mayor esfuerzo”.

La frases del pleno