La Asociación Etnográfica Bajo Duero marca este año en el calendario una fecha tan especial como la celebración de su 40 aniversario. Una destacada conmemoración que, sin embargo, se ha visto condicionada por la actual crisis sanitaria y que ha obligado a aplazar los actos centrales organizados, como una muestra de folclore internacional prevista en agosto y, en especial, un encuentro con numerosos grupos de baile que se iba a celebrar en el Teatro Principal en noviembre.

En su lugar, la agrupación reeditará el disco recopilatorio “El baile y la canción tradicional en Zamora”, que recoge los temas bailados y cantados a lo largo de las últimas décadas. La presentación se celebrará este jueves en el Museo Etnográfico de Castilla y León. “Teníamos previsto grabar un nuevo disco, pero al final ha sido imposible por el confinamiento y hemos reeditado este doble CD, que estaba agotado”, detalla la presidenta de la Asociación Etnográfica Bajo Duero, Carmen Ramos.

También en el Museo Etnográfico, pero el 19 de diciembre, el grupo ofrecerá un concierto en el que repasará la variada muestra de las manifestaciones musicales que conformaban, y todavía conforman, la tradición navideña en la provincia de Zamora.

Una imagen promocional de una integrante del grupo. | Cedida

Contribuir a la recuperación, conservación y difusión de la cultura tradicional de la provincia de Zamora ha sido siempre la seña de identidad de esta reconocida agrupación zamorana, constituida como asociación cultural en 1980. Sin embargo, sus orígenes se remontan a 1945 como grupo dependiente del Ministerio de Cultura, dentro de la denominada Sección Femenina, lo que lo convierte en uno de los grupos folclóricos con mayor antigüedad de la provincia.

“Lo más importante y de lo que nos sentimos más orgullosos es de que hemos ido abriendo camino y rompiendo la brecha para que otros grupos nos hayan podido seguir”, destaca Ramos. En este sentido, rememora cómo Bajo Duero fue pionera a la hora de otorgar protagonismo a la indumentaria tradicional de otras comarcas de la provincia y no solo a la carbajalina, hasta entonces la más conocida. También fueron los primeros en recuperar y volver a tocar instrumentos tradicionales que “habían quedado arrinconados”, resalta la presidenta de la asociación.

Una labor de recuperación que se ha materializado a través de diversos proyectos de investigación y trabajos de campo por toda la geografía rural de la provincia, en especial de la zona oeste, con el fin de recoger in situ los testimonios de los informantes, que han servido para configurar un amplio repertorio de baile y canción tradicional. A su vez, este trabajo ha dado lugar a la creación de un importante fondo documental de grabaciones audiovisuales sobre baile y canción tradicional. A ellos se suma la creación del Archivo de la Escritura Popular, que desde 1999 pretende ser un centro de referencia para la salvaguarda de los documentos escritos populares y un germen de sensibilización sobre su importancia.

Los componentes de Bajo Duero, en una imagen reciente tomada por el fotógrafo Txema Yeste Txema Yeste

Medidas frente al COVID

La Escuela de Baile y Cultura Tradicional de la Asociación Etnográfica “Bajo Duero” es el gran estandarte de la asociación. Abierta desde 1989, inicialmente impartía clases de baile tradicional, pero ha ido diversificando su actividad al canto y los instrumentos tradicionales como la pandereta, y otros de pequeña percusión, así como de costura, peinados o incluso cerámica. En la actualidad, la escuela mantiene su actividad respetando los protocolos exigidos por Sanidad y con grupos máximos de seis alumnos.

Bajo Duero también ha contribuido a difundir la cultura tradicional zamorana fuera de la provincia, tanto en festivales y muestras de folklore en otros puntos de España como mediante su presencia en citas celebradas en otros países en los que ha presentado los distintos espectáculos que ha desarrollado en estos 40 años de trayectoria.