Hasta octubre, 110 personas en exclusión social o de mayor vulnerabilidad al VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humano ) se benefician del programa de apoyo integral que desarrolla el Comité Ciudadano Antisida Zamora, indica la psicóloga y presidenta, Silvia Alonso. Pero “son más de 2.000 los zamoranos que participan en las actividades y acciones formativas sobre esta pandemia que surgió en 1.981 en EE UU”, recuerda.

A pesar de que la cronificación de la enfermedad ha modificado la forma de afrontar el virus y la enfermedad, y permitido desarrollar una vida absolutamente normal, la psicóloga subraya las dificultades que aún existen para la integración sociolaboral de los afectados, una asignatura pendiente, ante la visión “todavía estigmatizante” que los ciudadanos tienen del VIH y del sida. Aunque en las generaciones más jóvenes la enfermedad del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) suena a épocas pasadas y está prácticamente olvidada entre los adolescentes, lo cierto es que “sigue habiendo muchas muertes por su causa e infecciones del VIH” aunque se haya cronificado y tenga un tratamiento efectivo.

Este segmento más joven de la población observa el VIH “como algo del pasado, como si no fuera un problema actual, creen que está superado y que ya no les puede afectar”, declara Alonso para incidir en que el sida “no deja de ser una enfermedad crónica y con tratamiento para siempre”, para toda la vida. “Hay que seguir trabajando”, informar y formar, agrega la representante del Comité, además de luchar contra el señalamiento social a los diagnosticados.

Se nos ha olvidado que fue otra pandemia muy dura que sigue presente y que se ha llevado por delante la vida de 32 millones de personas en 40 años en todo el planeta y casi 75 millones se han infectado. Las campañas informativas del Ministerio de Sanidad se convierten, así, en un elemento imprescindible que debería volver de forma persistente, ya que ahora se circunscriben a las jornadas previas al Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra el 1 de diciembre, lo que para el Comité de Zamora es insuficiente y un error.

Testigo del calado social de esas operaciones informativas, de la importante labor de concienciación que tienen, está el mítico eslogan “Póntelo, pónselo” que treinta años después se sigue recordando. Desde el Comité se entiende que en aquellos años el Ministerio logró que “el VIH estuviera presente” y se tomaran precauciones para evitar su transmisión.

Ese tipo de difusión “ha dejado de hacerse y lo que se hace es menos impactante”, lamenta Silvia Alonso. El Ministerio “hace muy buenas campañas en redes sociales, pero solo el Día del Sida”, por lo que “tienen menos visibilidad”. El Comité de Zamora, que echó a andar en 1994, desarrolló un trabajo muy difícil “porque entonces hablar de esta pandemia era hablar de muerte y el estigma era muy grande, se realizaban muchísimos programas de prevención y de sensibilización e intervención con personas con VIH y sus familias”, recuerda Silvia Alonso. El avance científico ha dado calidad de vida a las personas infectadas por el VIH o con Sida, que ha dejado de ser sinónimo de muerte para ser una enfermedad crónica.

Ahora, al margen de las campañas de concienciación, el Comité mantiene actuaciones de prevención en todos los programas que tiene en marcha, desde los de información a la población en general hasta los de promoción de la salud con trabajadores y trabajadoras del sexo, a los que se ofrece una atención individualizada y grupal, con talleres y cursos. Existe otro para personas con VIH y sus familias que cubre los ámbitos psicológico, laboral y social.

Los cursos prácticos y dinámicos de educación afectivo-sexual en institutos para estudiantes de entre 12 y 16 años, en horario de tutoría, resultan otra vía para atajar las consecuencias del virus y del sida, frenar su expansión, siempre con el apoyo de los padres. El Comité imparte conocimientos, ofrece formación en actitudes y habilidades para intentar cambiar conductas que son “muy íntimas y no se modifican en poco tiempo”. Se les informa, además, de los recursos existentes para “que sepan que no están solos si tienen dificultades”. La colaboración con la Coordinadora Estatal (CESIDA) en la campaña “Hoy más que nunca” es otro empeño del Comité “porque hay que seguir insistiendo” en que la pandemia del COVID no afecte al diagnóstico de otras enfermedades, en este caso el sida.