Bien podría decirse que Star Wars tiene una base en Moraleja del Vino. Y, dentro, auténticos “santos griales” para aficionados y coleccionistas de Lego. Rafael López abre la puerta de su pequeño museo moralejano de 60 metros cuadrados y la perplejidad se apodera de los visitantes. El universo de la Guerra de las Galaxias se despliega en más de 44 sets, a salvo en vitrinas de cristal. Junto al Destructor Imperial, la X-Wing, la B-Wing; la A-Wing, el Tie Figther, descansan halcones milenarios (uno de 7.500 piezas) o el superdestructor imperial Executor. Tampoco faltan personajes de las famosas trilogías y de las míticas películas, como el conocido R2-D2, Yoda o el General Grievous. El zamorano también tiene montados otros seis sets de temáticas diferentes, como la ópera de Sidney.

El universo Star Wars zamorano

El espectáculo continúa cuando abre la puerta de la buhardilla de la casa familiar, donde se agrupan las cajas de sets tan dispares y diversos que desbordan la capacidad de asombro de quienes se adentran en la habitación junto a los Simpson, Batman, Mazinger Z, Harry Potter, super héroes de Marvel o composiciones de Jurassik Park, que dan idea de la gran antología que ha ido haciendo en los últimos 16 años Rafael López. Cumplidos los 34, regresó de su “dark ages”, la época oscura en la que se abandona la afición, para coger un impulso que le ha convertido en un auténtico coleccionista. Atesora más de mil conjuntos (que suman más de 600.000 piezas), de los que un tercio aproximadamente son de Star Wars. Y muchas de esas cajas están por abrir, lo que les añade valor. Rafael López cuenta entonces aquella anécdota sobre un set embalado aún que costaba 4.500 euros y cuya caja se mojó por la gotera que provocó en su casa un vecino. "No había forma de hacer entender al seguro el valor del conjunto, ni que ese desperfecto en el cartón lo rebajaba en 2.000 euros". Al final, consiguió un apaño para no perder tanto dinero.

La decisión de elaborar un catálogo para su uso personal de las numerosas maquetas que posee se le fue de las manos y terminó por embarcar a este ingeniero informático, de profesión controlador aéreo en Valencia, en una aventura más ambiciosa que le ha devuelto al hogar familiar de Moraleja del Vino: crear un libro, para lo que tuvo que fundar una editorial propia. El trabajo ha terminado recogido en una edición de lujo de 250 páginas maquetadas por la zamorana Rosa Encinas, con muchas ilustraciones fotográficas del profesional José Carreño, también zamorano, que “se salen de lo común, artísticas que dejan atrás el enfoque comercial, se centran en las texturas, colores, rostros ocultos, sombras que dan ese punto de creatividad artísticas que hay detrás del juguete”, detalla Rafael López. Las imágenes recrean los conjuntos y sus distintos elementos de tal modo que introducen al lector en la escena de cada set inmortalizado en la fotografía artística. Detrás de cada conjunto, horas y horas de minucioso y paciente trabajo derrochado por este zamorano que ha hecho del Lego su pasión, "mi pareja me dice que entro en una especie de estado de "flow" (inmerso en la tarea y ajeno a todo), que no me entero de nada de lo que ocurre a su alrededor". Le resulta difícil calcular las horas que echa en cada construcción, con el halcón milenario de 7.500 piezas fueron unas 20. "Depende mucho de que te pares a mirar lo que estás haciendo, a pensar sobre la estructura para sets que uno luego construyes por su cuenta".

Producido íntegramente con empresas zamoranas, a pesar de residir en Valencia habitualmente, “el único objetivo" de esta auténtica "enciclopedia" de los últimos 20 años de Star Wars en Lego "es ayudar a completar colecciones, clasificarlas” o que aficionados y lectores, en general, “accedan a información, a detalles sobre sets que ya no están en el mercado o que solo se pueden adquirir pagando cantidades exorbitadas”.

El universo Star Wars zamorano

El experto zamorano ha incluido “curiosidades” como la que convierte el defecto en una figura en una virtud de la pieza y a esta “en un tesoro a la caza porque hay pocas que hayan salido con ese fallo, que se valora mucho”.

Bajo el título U2-CB (Ultimete UCS Colector’s Books), “un guiño” a los robots que cobran vida en el imaginario del cineasta norteamericano George Lucas (como R2D2; C-3PO), Rafael López realiza una amplísima y documentada descripción de 44 sets de Star Wars, de la línea UCS (Ultima Colection Series); y de otros seis de temáticas diferentes con los que Lego viene potenciando el afán creador de generaciones.

El libro, con una tirada de 5.000 ejemplares (la mitad en inglés), cataloga con ficha técnica incluida, cada maqueta. “Se incluyen los datos que ayudan a tener perspectiva, a conocer como coleccionista y a disfrutar de la parte artística” de estas composiciones que nutren la publicación. Terminado hace un año, tras el parón de la pandemia y algún imprevisto de impresión, este resumen de los 20 años de historia de Lego ya se puede adquirir en librerías. Tiene su página web, diseñada por la empresa zamorana “La otra comunicación”; una tienda online y la posibilidad de descargarse enlaces a Internet que referencia el libro para ampliar la información. El zamorano anda ya tras el proyecto de exponer sus maquetas. Necesita “250 metros cuadrados mínimo para contemplar los sets desde todos los ángulos”.

El universo Star Wars zamorano