El número reproductivo básico instantáneo mide los contagios que genera secundariamente cada persona infectada. En verano, alcanzaron cifras absolutamente récord en la provincia de Zamora. Llegaron a darse días (31 de julio) en los que cada contagiado transmitió el virus a una media de 5,43 personas. En junio ya se dio otro pico importante, de 2,45. Ahora Zamora está por debajo de 1, una situación óptima. Las reuniones familiares estivales parecen estar detrás de esos elevados índices durante el pasado verano.