“La situación epidemiológica del COVID-19 en Zamora es muy grave con incidencias acumuladas en la población general, tanto de 14 como de 7 días, muy elevadas y todavía más en los mayores de 65 años, con un porcentaje de test positivos cerca del 20%, que nos indica que la transmisión de la enfermedad está completamente fuera de control”. Así dibuja el panorama existente en Zamora general el prestigioso epidemiólogo Juan Gestal, que llama la atención sobre lo elevado de los datos de incidencia después de semanas de restricciones en la provincia y en toda la comunidad.

Gestal apunta también a la presión asistencial existente en la provincia, que es “muy importante con casi el 30% de las camas ocupadas por pacientes COVID-19 y por encima del cincuenta por ciento de las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos”. El panorama no es halagüeño. “Los datos seguramente aumentarán en las próximas semanas y se traducirán en un incremento importante de la mortalidad”, avisa.

Entrada de Urgencias del hospital Virgen de la Concha José Luis Fernández

Con este panorama, el epidemiólogo apuesta por medidas más drásticas para controlar el avance del virus en la provincia. “Con estos valores tan elevados lo más acertado, sería un confinamiento igual que el de marzo salvo las escuelas que podrían mantenerse abiertas, pero el estado de alarma que aprobó el Gobierno del Estado, incomprensiblemente no lo contempla. Se está intentando no dañar la economía, pero al final con estas medidas no sé si no la estaremos dañando más”, apostilla.

Visto que el confinamiento en los domicilios no es de momento posible, Gestal apuesta por la vía abierta por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, hace unas semanas. “Recomendaría a toda la población que se confine ella misma, quedándose en casa y no saliendo más que para lo imprescindible, y que disminuya al máximo los contactos sociales. Además de proteger, esto ayuda a frenar el crecimiento de la enfermedad”.

Con todo, el profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela no descarta que las medidas aprobadas hace dos semanas por la Junta tengan todavía efectos. “Al cabo de dos semanas puede comenzar a verse como los indicadores comienzan a bajar. Por tanto, si es así, posiblemente en la próxima semana puedan empezar a verse los cambios. Pero los indicadores están muy elevados y con estas medidas, menos duras, se tarda más tiempo en ver los efectos. El COVID-19, si no se le ataja precozmente, se dispara su crecimiento y puede llegar a colapsar el sistema sanitario y, sin llegar a esos extremos, ocasionar muchas muertes”.

Hasta que las vacunas nos puedan devolver a la normalidad aún pasarán muchos meses y si seguimos con estas medidas de convivencia con la enfermedad, esta se llevará por delante muchas vidas y también seguirá dañándose la economía. Seguramente nos iría mejor si adoptásemos las medidas necesarias para controlar la enfermedad, hasta cero casos con el tiempo y recursos precisos, y volviésemos después a la normalidad, con estrictas medidas de control para evitar retrocesos. Eso revitalizaría antes la economía, y evitaría mucha enfermedad y muertes”, zanja el experto. La incidencia en Zamora, cabe recordar, roza los mil casos por cada cien mil habitantes después de semanas de toque de queda y con bares y gimnasios cerrados desde hace ya más de dos semanas y con la previsión de que sigan en esta situación, al menos, hasta el 3 de diciembre.