Una Semana Santa "sobria, de hondas raíces y con procesiones muy diferentes a las que se viven aquí, en Murcia". Así se refiere el obispo electo de Zamora, Fernando Valera, a la Pasión de Zamora, a la que "tengo muchas ganas de conocer, aunque no sé cómo podremos vivirla este año debido a la pandemia". Reconoce que ha visto "alguna procesión" tiempo atrás, sin hacer mención específica a ninguna cofradía, y no oculta su deseo de "participar en la Semana Santa como obispo".

El religioso se confiesa como un enamorado del románico, de modo que Zamora será su paraíso particular en el aspecto patrimonial. Un cúmulo de razones que le llevan a pensar en la provincia como "una diócesis que ya está presente en mi corazón y a la que tengo grandes deseos de servir y amar en el Señor".