Más allá de la ingenuidad de un misterio de belén hay todo un universo. Lo sabe bien Antonio Basanta, enamorado de esta cultura y poseedor de la colección de belenes más importante del mundo. Las cifras de su “tesoro belenista” son abrumadoras, pero más aún lo es la calidad de los conjuntos que muestran cómo una tradición cristiana ha resistido el embate de los siglos y ha llegado a los lugares más insospechados del planeta.

Zamora tendrá la oportunidad de disfrutar de la punta del iceberg que es esa colección. Mientras avanzan los trabajos de transporte de las piezas desde Madrid, el hall de exposiciones del teatro Ramos Carrión se prepara para recibir 120 conjuntos, que aglutinan más de 2.500 figuras de los cinco continentes. Los apasionados del belén habrán visto ya algunos de los montajes de la colección Basanta-Martín, que ya han recorrido multitud de espacios de exposiciones. “Lo que traemos a Zamora no es solo una parte de esta colección, sino que se trata de las piezas estelares”, explica el propio Basanta.

Y así es como, desde el 11 de diciembre y el 6 de enero, los zamoranos podrán –limitaciones COVID mediante– disfrutar de los belenes del mundo de Basanta, una experiencia sorprendente. Las figurillas y recreaciones de América, Asia, África o Europa demuestran cómo la recreación ideada por san Francisco de Asís en el siglo XIII se ha convertido en un elemento de relación cultural sin precedentes, sin fronteras. Incide Basanta en que el belén es la única representación que se ha adaptado a las diferentes culturas o, mejor dicho, que ha sido “adoptada” por cientos de civilizaciones, que han aportado los elementos propios de su civilización. De ahí que los montajes asiáticos muestren personajes de ojos rasgados en construcciones típicas del continente oriental. O que los personajes bíblicos hayan sido tallados en madera de ébano en una propuesta africana.

La exposición “Belenes del mundo” llegará a la capital como parte de un proyecto más amplio, impulsado por la Fundación General de la USAL y el Centro Internacional del Envejecimiento (Cenie), que pretenden forjar una oferta de ocio para la tercera edad. Y los belenes los son, a juicio de Antonio Basanta, quien insiste en el “carácter generacional” de este tipo de exposiciones, amadas por niños, jóvenes, mayores y ancianos.

Desde la inauguración de la muestra, los zamoranos tendrán la oportunidad de conocer la antigüedad y profundidad de la tradición belenista, en una iniciativa que cuenta con la colaboración de la Diputación de Zamora, la agrupación belenista La Morana y la Federación Provincial de Asociaciones de Pensionistas. Estos son solo detalles de un gran universo que forma parte de la propuesta “Juntos damos vida a Zamora”, que desde ya mismo está presente en las redes sociales.