Un año y cuatro meses ha tardado en volver a sentarse en el banquillo de los acusados por la misma causa que le lanzó a la fama en diciembre de 2015 al aparecer en el popular programa de televisión “Constructor a la fuga”, en el que vecinos de San Pedro de Ceque le acusaban de haberles estafado 26.949 euros con la reforma de su casa de veraneo, obra que afirman que nunca llegó a realizar. El caso televisivo siguió su curso en los juzgados de Zamora y casi cinco años después el empresario, de iniciales F.J.D.T., logró la absolución en el Juzgado de lo Penal, sin embargo, la alegría le duró poco, ya que la Audiencia Provincial anuló ese fallo y ordenó repetir la vista oral hace unos meses.

El procesado se enfrenta de nuevo a los 3 años de prisión que exige la Fiscalía Provincial, que le acusa de haberse quedado con el dinero que la familia le adelantó para la rehabilitación de su casa en San Pedro de Ceque, en la calle Grande, contrato que afirma que no cumplió.

Los propietarios del inmueble descubrieron el supuesto engaño al visitar la localidad el 22 de abril de 2014, sorprendidos porque el imputado fue enviando fotografías a sus clientes sobre cómo avanzaban los trabajos. Las imágenes resultaron ser de otros trabajos, puesto que, según su denuncia, el imputado nunca llegó a acometer el proyecto encargado, aunque sí recibió varios anticipos para afrontar los gatos. Los denunciantes, que le contrataron el 8 de febrero de 2014, le acusan de haberse quedado con tejas sin que la techumbre llegara tampoco a renovarla como se había comprometido.

El Juzgado de lo Penal intentaba ayer, sin éxito, juzgar al constructor, que acumula tres sentencias condenatorias por estafa y que podría terminar en la cárcel si el fallo le es contrario. El cambio de abogado comunicado por el empresario pocos días antes del juicio le ha dado un respiro de dos semanas, después de que su letrado solicitara la suspensión de la vista oral para estudiar el asunto a fondo.

El nuevo juicio recae sobre otro magistrado al entenderse que la titular del Penal está ya “contaminada” al haber dictado la primera sentencia sobre este procedimiento. La magistrada absolvió al acusado en junio de 2019 porque “inició la obra conforme al contrato” y sostiene que el incumplimiento no puede explicarse porque el procesado, “sin más, urdiera o maquinase algún tipo de ardid o plan preconcebido” para engañar a sus clientes y lo enmarca dentro del contexto de la crisis económica, lo que implicaría que no existen indicios de un delito de estafa. La magistrada, que deja abierta la posibilidad para que los dueños de la casa reclamen en el juzgado los 26.949 euros mediante una demanda, le absolvió también de haberse llevado las tejas. Si el nuevo juicio termina en condena, sería la cuarta por el mismo delito, estafa, que suman más de dos años de prisión dictadas entre 2015 y 2016.