Las administraciones de lotería de Zamora ven comprometidas alrededor del veinte por ciento de las ventas de Lotería de Navidad por la crisis del COVID. Así lo aseguran Laura Tola –de la administración La Flota–y José Antonio García –de la administración de San Torcuato–. Coinciden en esto ambos, que representan a dos generaciones de loteros (García se dedica a ello desde hace muchos años mientras Tola comenzó a ejercer el oficio hace relativamente poco) e indican que la campaña de Navidad es “al menos, anómala”.

Las administraciones son, de momento, capaces de soportar la venta en ventanilla. “Hay bares que han puesto en la puerta el número de lotería y te mandan a la gente a la administración, pero otros no”, resume Laura Tola. “La venta en la hostelería es para nosotros fundamental en esta época del año. Es difícil de calcular cuánto nos supone, pero es un porcentaje enorme”, asegura. Las empresas, por su parte, intentan mantener el tradicional número compartido entre sus empleados.

Las claves

  • El sorteo más popular. El Sorteo Extraordinario de Navidad es el que más dinero mueve en el conjunto de España y también en Zamora. El año pasado cada zamorano gastó 87,08 euros de media en el sorteo. La consignación ascendió a 15,2 millones de euros. Es previsible que este año sea inferior.
  • El tirón de los turistas. El puente del Doce de Octubre, el del Día de Todos los Santos y el de la Constitución son tres fechas señaladas en el calendario de los loteros zamoranos. En condiciones normales, Zamora se llena de turistas durante esos días y, con el sorteo ya cercano, muchos son los que se llevan a casa un décimo. Este año, con los viajes prohibidos, el tirón que suponen los visitantes se ha perdido, y con él los ingresos.  

Para José Antonio García la campaña de Navidad solo puede calificarse, por el momento, como “floja”. “Nosotros vendemos mucha lotería en restaurantes, bares, peñas, asociaciones, equipos de fútbol aficionado, clubes deportivos...”. En este sentido, “hay equipos que no han venido este año a por la lotería porque todavía ni siquiera han comenzado a entrenar. Muchas peñas y asociaciones están cerradas, no pueden reunirse y han dejado de jugar el número de compartían”. El último varapalo ha sido el cierre de los negocios de restauración. “Nos afecta mucho porque por esa vía se vende mucha lotería, pero también por la gente que pasa por la calle. Ahora, con los bares cerrados, por San Torcuato no pasa prácticamente nadie desde las seis de la tarde en adelante y eso se nota en la ventanilla”, resume.

Las dos administraciones esperan que las últimas semanas antes del tradicional sorteo navideño sirvan para animar las ventas, muy venidas a menos en las últimas jornadas. Sin embargo, insisten. “Para nosotros es fundamental que en diciembre se abra la hostelería”. También, indican, notan la falta de turistas de las últimas semanas. Octubre, Puente de Todos los Santos y de la Constitución son fechas clave para el sector. Este año, sin turistas, las administraciones han perdido esta vía de ingresos.