La Junta de Castilla y León ha iniciado el rastreo del COVID-19 en las aguas residuales de las residencias de personas mayores que no han tenido casos hasta ahora, por lo que contempla llevar a cabo 4.296 análisis en un total de 663 centros, de ellos 61 residencias en Zamora. Las muestras se toman dos veces a la semana en los centros con más de 100 usuarios y cada dos en los que tengan menos de esta cifra.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente asumió esta tarea que ha encargado a la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), por 1,18 millones, para una labor que finaliza el 21 de diciembre.

La toma de muestras, que tendrá una duración de ocho horas para ser representativa, se centrarán en las 663 residencias en las que no se han dado casos de la enfermedad, las cuales se dividirán en dos subgrupos, las 526 de menos de cien residentes (48 en Zamora) y las 137 de más de cien (13 en Zamora).

El objetivo es la detección precoz de la presencia del virus antes de que aparezcan síntomas, con el fin de poder tomar medidas de forma anticipada y evitar grandes brotes de la enfermedad.