La hostelería zamorana vuelve al mes de marzo. Bares y restaurantes de la provincia tendrán que bajar la persiana en la noche del jueves al viernes y parar durante, al menos, dos semanas en el marco de las medidas aprobadas para luchar contra la propagación de la pandemia. Solo se salvan comida para llevar y servicio a domicilio. Ni siquiera, como ya se temían los empresarios, podrán seguir abiertas las terrazas, ni con limitaciones de aforo. Cierran también los parques y centros comerciales —en Zamora son dos: Valderaduey y Vista Alegre-, con excepciones. Podrán seguir abiertos los negocios considerados esenciales dentro de estas zonas comerciales así como las tiendas que, sin ser esenciales, tengan menos de 2.500 metros cuadrados de extensión y entrada independiente desde la calle. En la práctica esto cierra todo Valderaduey —salvo la zona de alimentación del hipermercado, los negocios de congelados y comida y las empresas que entren dentro de la catalogación de esenciales— y las tiendas más grandes de Vista Alegre. Cierran también los gimnasios y cualquier recinto en el que se practique deporte que no esté al aire libre.

Medidas muy duras que llevan a la Junta hasta el límite de las competencias atribuidas en el decreto de estado de alarma votado la semana pasada en el Congreso de los Diputados. En realidad, la administración autonómica no puede hacer mucho más para mantener a la gente en sus casas. El toque de queda de 22.00 a 6.00 horas sigue vigente y la oferta de ocio queda muy limitada. Sin embargo, el comité de expertos que ha asesorado a la Junta durante todo el proceso no se posiciona de momento sobre el cierre o la limitación de actividad de otros sectores. Así, el comercio seguirá operando con la relativa “normalidad” actual, “siempre con las medidas de higiene y seguridad recomendadas”. También siguen abiertos de momento cines y teatros.

Las medidas, no por esperadas, resultan menos dolorosas para la hostelería de la provincia. Con todo, el sector reconoce que un cierre acordado y la aprobación de unas medidas de ayuda son mejor solución para muchos que la de mantener abiertas las terrazas, en noviembre, al cincuenta por ciento del aforo. Aunque Fernández Mañueco aseguró que la administración no pretende “demonizar” a los hosteleros, los empresarios del gremio se ven así. “Todas las medidas restrictivas aprobadas hasta ahora se centran en la hostelería. Hemos demostrado que cumplimos con las medidas de seguridad que nos han impuesto, que somos lugares seguros, pero parece que no es suficiente. Después del primer confinamiento vimos que muchos negocios no volvieron a abrir sus puertas. Este cierre se anuncia para los próximos catorce días pero la realidad es que para muchos negocios será para siempre. Muchos no volverán a abrir después de estas dos semanas”.

Dos semanas que, da por seguro el sector, serán más. Desde la Asociación Zamorana de Empresarios de la Hostelería dan por supuesto que el cierre se extenderá al menos hasta después del puente de diciembre. Lo contrario, argumentan, “no tendría sentido”. Los empresarios miran ya a una Navidad que, asumen, va a ser muy complicada y donde la caja ni siquiera se va a acercar a la de un año normal. Las cenas de empresa y de amigos están ya prácticamente perdidas y el interior de los bares y restaurantes tendrá serias limitaciones. Aún así, “hay que hacer todo lo posible para intentar salvar el mes de diciembre”.

Por lo que respecta a los centros comerciales las sensaciones no pueden ser más negativas. Miguel Escudero, gerente del Valderaduey, explica que las previsiones —a falta de conocer los detalles concretos del Bocyl hay que atenerse a lo explicado ayer por el presidente de la Junta— indican que a partir del viernes seguirá abierta la parte de alimentación del hipermercado y un puñado de locales más. Todos los demás empresarios tendrán que echar el cierre.

La restauración ya da por perdido todo el mes de noviembre 

La situación es, a juicio de Escudero, injusta. “Se está penalizando a los pequeños empresarios solo porque tengan el local en un centro comercial”, explica. Además, en el centro comercial se encuentran contrariados por los cambios legales de los últimos meses. “Nos hemos gastado mucho dinero en preparar el centro comercial, para que cuente con las medidas de seguridad que se nos exigían. Ahora nos cierran y no sabemos cuándo podremos volver a abrir. Nos afecta de una forma directa porque, además, ya estábamos preparando la campaña de Navidad”, asegura el gerente del centro.

Fernández Mañueco ha subrayado que la declaración de estado de alarma actualmente vigente no permite ir más allá de lo ayer acordado, por lo que ha reclamado al Gobierno de España “que asuma su responsabilidad y, bajo el control parlamentario, decrete las medidas que requiera la situación. Le pedimos que actúe bajo los principios de máxima coordinación de toda España y garantice apoyos a los sectores productivos con dificultades en colaboración con las comunidades autónomas, como la extensión de los ERTE y ampliación de la carencia de los créditos ICO para las empresas que lo necesiten”, ha señalado.

Las novedades

El sector más perjudicado. Las malas previsiones para el sector de la hostelería se vieron de sobra cumplidas con la declaración institucional del presidente de la Junta. Ni fase 1, ni aforo de terrazas al 50% ni medida paliativa alguna. Hostelería y restauración cierran, de momento durante dos semanas, al 100%. Castilla y_León se suma así a otras regiones, como Asturias y Cataluña, y cierra todos sus bares y restaurantes. El sector asume que las restricciones durarán más de las dos semanas.

Centros comerciales. Los negocios de los centros y parques comerciales solo podrán abrir el viernes bajo dos supuestos. Primero, que sean considerados esenciales. Segundo, que, aunque no sean esenciales, tengan una extensión menor de 2.500 metros cuadrados y entrada independiente desde la calle. Estas restricciones obligan al cierre a la mayoría de los locales de Valderaduey y Vista Alegre.

El pequeño comercio se libra. Fuentes del empresariado daban por seguro que la Junta iba a cerrar el comercio. No ha sido así. El pequeño comercio podrá seguir abierto con las mismas restricciones que tiene ahora, siempre extremando las medidas de prevención e higiene necesarias para luchar contra el COVID.

El deporte, también muy afectado. La Junta ha anunciado el cierre de instalaciones y centros deportivos para la realización de actividad física que no sea al aire libre, salvo para la práctica de la actividad deportiva oficial. En todo caso queda prohibida la asistencia de público a eventos deportivos que no sean al aire libre. Esto obliga a cerrar los gimnasios de la comunidad y restringe la entrada de público a las competiciones que se celebren en el Ángel Nieto.

Visitas a residencias, suspendidas. Las visitas a geriátricos y centros de menores quedan prohibidas, aunque con algunas excepciones.