A medida que avanzan las semanas sin que la cifra de contagios disminuya, el coronavirus va tomando la forma de El Grinch y ya amenaza con robar la Navidad. O, al menos, con trastocarla. Por el momento, las cabalgatas previstas en Zamora ya han sucumbido a la pandemia, y no se celebrarán con el formato habitual. Así lo confirmaron este lunes desde el Ayuntamiento de la capital y Leche Gaza, los dos impulsores de los desfiles que advierten de la llegada de los Reyes Magos y de Papá Noel respectivamente.

En ese sentido, la concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas, reconoció que “es imposible que se pueda organizar una cabalgata al uso”. La responsable de Izquierda Unida explicó que ese tipo de desfiles “no se pueden controlar”, por lo que descartó la posibilidad de poner en las calles la animación habitual y abogó por trazar una alternativa para mantener viva la ilusión de los niños.

Así las cosas, Cabezas aseguró que, desde el área de Cultura, se está trabajando para plantear que los niños puedan ver de algún modo a los Reyes Magos en la víspera de su llegada a las casas. La concejala indicó que, en las próximas dos semanas, se dará forma a esa idea que busca evitar una suspensión definitiva de todas las actividades previstas para el 5 de enero.

Lo cierto es que todo el trabajo de las instituciones a la hora de programar actividades para Navidad tiene como objetivo salvar el mayor número de previsiones que sea posible. El propio Ayuntamiento de Zamora se está afanando en hallar la fórmula para mantener algunas acciones, siempre con aforo limitado, aunque sus responsables también son conscientes de que otras actuaciones habituales, como las animaciones que se realizan en la calle, resultarán “inviables” con el coronavirus.

Este es el planteamiento. A partir de ahí habrá que ver cuáles son las medidas que se van tomando desde las instituciones para atajar la pandemia, y cómo afectan a la programación festiva y cultural: “Puedes hacer planes, pero no sabes qué ocurrirá de aquí un mes”, subrayó María Eugenia Cabezas, que abogó por “tratar de organizar lo que se pueda.

Un momento de la Cabalgata Emilio Fraile

En cuanto a la cabalgaza, las fuentes consultadas por este medio aducen razones similares a las del Ayuntamiento de Zamora para descartar la celebración de un desfile multitudinario, que genera importantes aglomeraciones y que habitualmente sirve para anunciar la llegada de Papá Noel. Los responsables de Leche Gaza ya han abandonado la idea de poder salir a las calles en diciembre, ante el riesgo que implicaría, por lo que dejarán para el año que viene los eventos en la capital de la provincia, y en Palencia, León y Valladolid.

Más allá de las cabalgatas y de la programación festiva, otro frente que se abre para los ayuntamientos es el de la iluminación navideña. A través de las redes sociales, ciertos grupos están promoviendo la campaña #LucesNo, que abre la posibilidad de evitar este año la tradicional decoración navideña y destinar el dinero que se ahorre a respaldar a hosteleros, autónomos y demás afectados por la crisis económica derivada del COVID.

Las luces alegran la Plaza Mayor

Al ser cuestionada por esta posibilidad, María Eugenia Cabezas aseguró que la idea inicial del Ayuntamiento de Zamora es colocar las luces como todos los años. De hecho, según la concejala, el contrato con la empresa que se encargó de la iluminación el año pasado se mantiene en vigor para 2020, por lo que todo apunta a que no habrá ninguna novedad.

Cabezas confirmó que, desde el equipo de Gobierno “no se ha pensado” en la opción de este apagón navideño, y remarcó la importancia de seguir con atención las noticias que se vayan produciendo de cara a una Navidad que se antoja atípica, del mismo modo que lo ha sido un año sin procesiones de Semana Santa, sin fiestas de San Pedro y con un virus que está aplazando casi todas las celebraciones.