Los responsables del área de Turismo de la Diputación Provincial y del Ayuntamiento de la capital, Jesús María Prada y Christoph Strieder, aludieron este lunes a la posibilidad de que la Semana Santa 2021 tampoco sea “normal” para el sector. “Tengo serias dudas”, reconoció el responsable de La Encarnación, que ya puso el foco en la opción de que “el final de la primavera sea bueno” y enlace con un verano en una situación sanitaria más controlada.

En ese sentido, Prada aseguró que el escenario actual genera “frustración y desesperación” entre los políticos del área, que se ven afectados por la incertidumbre que provoca el impacto de la segunda ola: “Teníamos pensadas algunas acciones que hemos descartado; poco se puede planificar”, lamentó el también vicepresidente de la Diputación.

De hecho, ya en este puente del 1 de noviembre, muchos alojamientos rurales han tenido que cerrar sus puertas ante la cancelación de todas sus reservas por el cierre perimetral de la comunidad autónoma: “El miedo es que quedan meses duros”, advirtió Jesús María Prada, consciente también de la necesidad de frenar la cifra actual de contagios desde el punto de vista sanitario.

Por su parte, Strieder incidió en el conflicto entre la salud y la economía, y supeditó el análisis de la situación al tiempo que dure el actual cierre perimetral: “Estoy convencido de que, si hay posibilidad, la gente va a venir a Zamora, porque es una ciudad cómoda”, aseveró el concejal de Turismo, que se centró en la importancia de la responsabilidad individual para superar la segunda ola de la pandemia.

En todo caso, tanto Strieder como Prada confirmaron que el escenario actual acaba con planes promocionales como el previsto en el metro de Madrid de cara al puente de diciembre: “Somos conscientes de la situación de los trabajadores del sector” añadió el concejal que, al igual que el representante de la Diputación, aludió a la necesidad de estudiar ayudas para apoyar a los negocios más afectados.

LAS COFRADíAS PREPARARáN LAS PROCESIONES CON “FE” EN SU CELEBRACIóN

El secretario de la Junta pro Semana Santa de Zamora, Rufo Martínez, explicó este lunes que las cofradías mantienen los preparativos de las procesiones con normalidad y con la esperanza de que puedan salir a las calles en la primavera de 2021. “Nosotros somos cristianos y debemos tener fe”, remarcó el representante del colectivo.

En todo caso, Martínez reconoció que la situación sanitaria genera preocupación entre las cofradías, ante la posibilidad de que los desfiles se tengan que suspender por segundo año consecutivo. Cabe recordar que la Semana Santa 2020 tuvo lugar en pleno confinamiento, por lo que todas las procesiones, sin excepción, se cancelaron para evitar riesgos.

Así las cosas, un segundo año sin desfiles supondría un golpe duro para las cofradías, aunque Rufo Martínez incidió en la importancia de mantener la confianza mientras aún haya posibilidades, y recordó que la crisis sanitaria se escapa de su control: “Es algo que no depende de nosotros”, zanjó.