El nuevo tramo ferroviario entre Zamora y Pedralba de la Pradería vivirá en el día de hoy su histórica jornada inaugural. Lo hará, eso sí, con una estación en Sanabria que no está terminada, un sistema de alta velocidad que no está en funcionamiento y en mitad de la polémica por la reducción de frecuencias que discurren por la provincia de Zamora. También con retraso, aunque esto es una constante en la línea entre Madrid y Galicia desde hace casi dos décadas. En el lado amable de la balanza se encuentra la conclusión de las obras que transcurren en la provincia de Zamora, a falta de plataforma entre Pedralba y Requejo y los remates del túnel de La Canda, que conecta con Ourense.

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, tendrá este lunes la oportunidad de apearse en la estación de Alta Velocidad de Sanabria durante el viaje inaugural previsto para las 11.45 horas de la mañana. Un privilegio que no encontrarán los usuarios sanabreses, que desde el martes tendrán que pasar de largo y avanzar hasta la estación ourensana de A Gudiña para, posteriormente, desandar el camino por carretera. Y es que, las obras de la estación ferroviaria de Otero de Sanabria –por cuya denominación luchan los habitantes de este municipio– está inconclusa y las obras de la rotonda de acceso brillan por su ausencia.

Otro de los aspectos controvertidos de esta puesta en servicio es la ausencia de reducción alguna en el tiempo del viaje desde Madrid. Se dijo que, con la entrada en vigor de este tramo, se podría también aplicar el funcionamiento del nuevo sistema de seguridad ERTMS nivel 2, que permitiría velocidades mayores que hasta el momento en el tramo Zamora-Olmedo, además de eliminar la pausa necesaria para cambiar sistemas en Olmedo. Sin embargo, por el momento, no se llegará a producir esa reducción.

La tercera de las polémicas en liza es la de la eliminación de frecuencias generada por el estado de alarma. Especialmente dolorosa ha sido la pérdida del tren madrugador, razón por la cual no acudirá a esta inauguración el presidente de la Diputación Provincial de Zamora, Francisco José Requejo. Eso sí, la puesta en marcha de la línea en el día de mañana supondrá la recuperación de uno de los servicios perdidos, con salida de la capital zamorana a las 9.46 horas.

Carpa donde tendrá lugar la inauguración oficial por parte de Ábalos. A. S.

Todas estas cuestiones empañarán lo que debería ser una jornada histórica para la provincia por la conexión de alta velocidad entre Zamora y Sanabria. Se trata de un tramo de 110 kilómetros con doble vía en ancho estándar en todo su recorrido. Este tramo está diseñado para soportar velocidades de hasta 350 kilómetros por hora, con sistemas ERTMS nivel 2 y Asfa, así como sistema de comunicaciones móviles GSM-R.

No obstante, el hito de este trazado de 110 kilómetros es el ingenio en materia de infraestructuras que ha habido que desplegar para salvar la orografía del terreno. Así, cuenta con catorce viaductos, nueve túneles pérgolas, el PAET de Tábara y un cambiador de ancho en Pedralba de la Pradería. De entre todos ellos, destaca el viaducto sobre el río Tera (645 metros) y el de Puebla Este (756), así como los túneles de Otero (1,1 metros) y Puebla (1,4 metros).

Después del día de hoy, tan solo restaría el tramo Pedralba-Ourense, de 116 kilómetros, para concluir la línea de alta velocidad entre Madrid y Galicia. Aunque, esta sí, es una auténtica obra de ingeniería por lo abrupto del terreno y la complicación a la hora de trazar los túneles. Ese capítulo, en el mejor escenario, concluirá en 2021.

Ante la imposibilidad de mantener la seguridad, el Ministerio de Transportes ha eliminado el acto público en Otero de Sanabria, al que acudirán solo autoridades.