“Si no existiera el racismo, no sería noticia que un gitano llegue a las Cortes de Castilla y León”. El próximo 3 de noviembre, el zamorano Carlos Fernández Herrera se convertirá en la persona más joven en sentarse en un sillón de procurador en Valladolid. Eso sería una noticia por sí misma, teniendo en cuenta una precocidad que le ha llevado a asumir tareas en el parlamento regional con tan solo 23 años. Pero, en su caso, resulta lo de menos. Carlos Fernández es gitano. Trabaja en la Fundación Secretariado Gitano. Estudia un máster en Intervención Social en Comunidad Gitana. Y, al mismo tiempo, cursa su segundo año de doctorado en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca. Una tesis, por cierto, en la que investiga la reconstrucción del imaginario gitano en la España del siglo XIX. Carlos Fernández Herrera es muchas cosas, pero hay una que sobresale por encima del resto. Carlos es, decididamente, un activista contra el racismo.

Durante el tiempo que dura la entrevista con Carlos Fernández en plena Plaza Mayor de Zamora, hasta tres ciudadanos le saludan y felicitan por su próximo nombramiento. Una persona más, quizás ajena al hecho, se acerca para informarle de que aquella gestión que le realizó desde su puesto técnico en el Secretariado Gitano ya ha llegado a buen puerto. Carlos está en la calle y, quienes la transitan, le cuentan. Esa cualidad que muchos reclaman a los políticos de ahora, él la lleva a rajatabla. Conversa, habla y patea la ciudad. Y, por eso, conoce sus problemas.

El zamorano Carlos Fernández en un acto del PSOE. Jose Luis Fernández

¿Es Zamora una ciudad que integra a la comunidad gitana? “¿Integra o incluye?”, corrige el futuro procurador. Ante la cara de ignorancia del periodista, desarrolla su teoría. “Si integramos a una sociedad minoritaria, le estamos quitando lo que la hace minoritaria para convertirla en mayoritaria. Por el contrario, si incluimos a esa gente, permitimos que sigan siendo lo que son, generando una sociedad multicultural”, razona Fernández. Y, dicho esto, la respuesta. “Es evidente que el racismo existe, igual que es cierto que España es el país de Europa que está a la cabeza en cuestiones de inclusión social, pero el otro día todavía tuvimos que escuchar al señor Abascal cómo vociferaba en el Congreso que la multiculturalidad es la mayor lacra de Europa; nos queda mucho por hacer”, señala.

Carlos Fernández llegará a las Cortes de Castilla y León por el PSOE, tras la renuncia de Inmaculada García Rioja. Para ella, el joven socialista no tiene más que palabras de agradecimiento por su “integridad, altura personal y convicción política”. García Rioja llevaba, hasta el momento, la portavocía socialista en materia de Sanidad dentro de la cámara regional. Pero no parece ser ese el lugar de su relevo. “Estaré donde me sitúe el partido, pero me parece razonable que el puesto en Sanidad lo ocupe una persona más preparada en el ámbito y no yo, que no tengo formación en ese sector”, explica. 

Su sector, en realidad, son muchos. Pero hay un lugar en el que convergen todos esos caminos. “Por unos u otros motivos, mi vida está girando en torno a lo gitano”, comenta. Razón por la cual se sentiría cómodo en una posición en la que pudiera trabajar en medidas específicas contra el racismo, el antigitanismo y la discriminación. “Mi intención es defender la igualdad real entre personas de la sociedad mayoritaria y las que no son de la sociedad mayoritaria”, analiza.

A partir de hora, Carlos Fernández reconoce que va a dormir poco. “Aún menos”, bromea. Y es que, a todo este currículum profesional y laboral, hay que añadir el cuarto curso de canto lírico en el Conservatorio Profesional de Música, en el que también está inmerso. Su intención, con permiso de las compatibilidades, es compaginar las Cortes con todo lo que ya figura en su agenda diaria. Lo hará para no ahogarse en la presión de estar colocado en el número uno. “Ser el primero en cosas es una responsabilidad y por eso hay que ponerse a trabajar”, sentencia el procurador más joven.Carlos Fernández Herrera se convertirá el próximo 3 de noviembre en el primer gitano que asume el cargo de procurador en las Cortes de Castilla y León. A sus 23 años, también pasará a ser el parlamentario más joven de la cámara, pero su faceta activista no deja espacio para edades. Su lucha es contra el racismo, contra el antigitanismo y contra la discriminación. Su meta, la igualdad efectiva entre personas de la sociedad mayoritaria y las que no son de esa sociedad mayoritaria.