La inversión pública se ha desplomado en este 2020 en la provincia de Zamora debido a una parálisis sin paliativos de los proyectos que involucran al Gobierno y a la Junta de Castilla y León. De hecho, si la situación todavía no es dramática en este territorio, es gracias a la capacidad de gasto que han demostrado tanto el Ayuntamiento de Zamora como el resto de municipios, a través de la Diputación, para sacar adelante obras pese a las circunstancias. Los datos son clarificadores. Si a estas alturas del calendario se habían gastado en 2019 un total de 63,3 millones de euros en edificaciones y obra civil por parte de las administraciones, en lo que va de curso esa cifra apenas sobrepasa los 31,7 millones de euros. Más de treinta millones de menos en la comparativa que tienen su explicación en el frenazo en seco que ha dado la economía tras la irrupción del coronavirus.

La administración central ha sido la que más ha dejado caer la inversión entre los meses de enero y septiembre de este año 2020. Según las cifras aportadas por la Cámara de Contratistas de Castilla y León, el Gobierno apenas ha licitado obras por valor de 8,1 millones de euros, respecto a los 23,7 millones que había gastado en el mismo periodo del pasado curso. De esa inversión, 7,9 millones de euros se han destinado a obra civil y apenas 200.000 euros a edificaciones. Como resulta habitual a lo largo de los últimos años, la mayor inversión que el Estado realiza en la provincia de Zamora es la de la construcción de la línea de alta velocidad entre Madrid y Galicia. Unas obras que no han sufrido parálisis alguna a causa de la pandemia y que también durante este año han recibido dinero a través de las licitaciones públicas.

La Junta de Castilla y León, por su parte, lleva invertidos este año en la provincia de Zamora 7,7 millones de euros. Es una cifra un 59% inferior a la del pasado año, cuando a estas alturas había gastado 19 millones de euros en el conjunto del territorio. En este caso, desde la administración que dirige Alfonso Fernández Mañueco ya se apuntó al principio de la pandemia que las prioridades habían cambiado y que existían proyectos comprometidos en presupuestos que no iban a salir adelante hasta que la situación sanitaria lo permitiera. No obstante, a lo largo de las últimas semanas, la comunidad autónoma ha mostrado su intención de continuar apostando por la edificación y la obra civil en Zamora, con proyectos como el nuevo Museo de Semana Santa, el centro cívico o el Conservatorio Profesional de Música. En lo tocante a la provincia, esta misma semana confirmó su disposición para avanzar en la construcción de la vía rápida que conecte Puebla de Sanabria con Braganza a través de Rihonor de Castilla.

Con este panorama, la inversión local ha tenido que sacar las castañas del fuego para evitar una situación catastrófica para la provincia. El Ayuntamiento de Zamora y la Diputación Provincial han llevado la voz cantante en materia de inversión, acompañados de otros consistorios importantes del territorio como son los de Toro y Benavente. En conjunto, las administraciones locales han gastado hasta el momento 15,9 millones de euros en 102 obras. El reparto se establece en 13,9 millones de euros para 72 proyectos de obra civil y dos millones de euros para treinta proyectos de edificaciones.

Frente al 65% de reducción de inversión del Gobierno y el 59% de la Junta de Castilla y León, la merma de las administraciones locales apenas ha alcanzado un 23%. Esto supone haber gastado tan solo cinco millones de euros menos que el pasado año a estas fechas para edificaciones y obra civil, lo que habla muy bien de la capacidad de gasto demostrada por la política más cercana a los ciudadanos en un momento de incertidumbre como ha sido el de la pandemia mundial. En términos generales, teniendo en cuenta a todas las administraciones públicas, la reducción de la inversión se sitúa en un 49,9%, al borde de lo que convertiría en afirmación sin paliativos que la pandemia se ha llevado por delante la mitad de la inversión pública en Zamora.