Llevaba varios días encerrada en el piso de la capital de un compatriota búlgaro, con quien había tenido relación de forma esporádica en su país de origen, quien la atrajo hasta Zamora bajo el engaño de que tendría un trabajo como limpiadora. A su llegada, supo que la verdadera intención de su amigo era que se prostituyera en un club de alterne, a lo que la mujer, liberada ya por la Policía Nacional, nunca accedió. El presunto proxeneta habría barajado, incluso, el vender a la víctima a una red de prostitución, de acuerdo con los hechos denunciados por ella y según información facilitada por la Comisaría de Zamora.

Sin embargo, la ciudadana búlgara dio al traste con sus planes, ya que consiguió que su captor la sacara a pasear para evitar que los vecinos escucharan sus lamentos. Una vez en la calle, logró burlar al hombre y echar a correr, según fuentes de la investigación. En su huida, se aproximó a un taxista pidiéndole que diera aviso a la Policía Nacional porque estaba siendo retenida en una vivienda de la capital para obligarle a prostituirse.

La implicación del taxista provocó que el acusado saliera corriendo y que escapara de Zamora para impedir que los agentes de la Comisaría de Zamora le detuvieran, según las mismas fuentes.

La mujer se encuentra ya en Bulgaria, después de que se le facilitara el viaje una vez puesta la denuncia e iniciada la investigación abierta en el Juzgado. El regreso a su país se ha visto retrasado a consecuencia de la pandemia, lo que obligó a la Policía a derivar el caso a los servicios sociales del Ayuntamiento de Zamora para que la víctima permaneciera en acogida.

Pastillas para adelgazar

Cuando llegó a Zamora, la ciudadana búlgara fue recogida por su amigo y la mujer con la que este vivía, donde la mantuvieron varios días a pesar de sus permanentes quejas. La pareja llegó, incluso, a darle pastillas para adelgazar antes de obligarle a prostituirse, al considerar que tenía exceso de peso para trabajar ofreciendo servicios sexuales, de acuerdo con la declaración de la presunta víctima ante las autoridades.

La mujer que vivía con el “captor” fue detenida por la Policía Nacional y se encuentra en libertad condicional hasta que avancen las pesquisas policiales y la instrucción judicial, en la que el hombre está como investigado por lo que se emitirá, con toda probabilidad, una orden de busca y captura, práctica habitual en estos casos. La Policía de aquel país europeo colabora con la de Zamora para tratar de localizar el paradero del presunto proxeneta.