Bajo los logotipos de la inspección de la Agencia Tributaria y de la Dirección General de Tráfico comunican deudas, a veces de miles de euros, a saldar de inmediato a través de un enlace (link) a Internet que el supuesto deudor recibe en su correo electrónico, una trampa para acceder a las cuentas bancarias y perpetrar estafas. Varios zamoranos denuncian haber sido víctimas de este tipo de fraude, de haber estado a punto de ver pirateados sus números de cuentas en días pasados o de ver destrozado su ordenador.

En algún caso, la organización delictiva llegó a cargar compras desde el extranjero de 400 y 700 euros con tres días de diferencia en la cuenta de una zamorana. ¿Cómo lo lograron? Estas redes de ciberdelincuencia pueden hacerse con las direcciones del correo electrónico de sus víctimas a través de sus cuentas de Facebook o de Twitter, en las que se dejan a la vista entre los datos personales. Esta persona afectada recuerda haber recibido correos de firmas conocidas con enlaces que redirigían a ofertas, si bien cree que no llegó a abrir ninguno. Sea como fuere, “tuve la suerte de que los sistemas de control de mi banco sospecharon que podría tratarse de una estafa, al ser cargos de importes importantes respecto de mi liquidez habitual, además, efectuados desde una dirección de Dublín. Me llamaron de inmediato y les confirmé que yo no había hecho ninguna compra”. La rápida reacción del banco permitió frenar la estafa a esta zamorana, que tuvo que denunciar los hechos en la Comisaría de la Policía Nacional para poder recuperar la cuantía del primer abono ya hecho desde su cuenta.

Otro de los afectados recibió en su correo electrónico, en dos ocasiones diferentes, comunicaciones de Tráfico y de la Agencia Tributaria. En el primer, para exigirle el ingreso inmediato de una multa por importe de miles de euros por una supuesta infracción, “me sorprendió porque no recuerdo haber cometido ninguna infracción y porque la cantidad era elevadísima”, indica el zamorano.

El servicio de inspección de Hacienda hacía llegar a otro ciudadano correo electrónico para regular su situación con la Agencia Tributaria, que le investigaba por irregularidades, para lo que le remitía un enlace a una dirección de Internet. El zamorano explica que “entré en la dirección del enlace y me destrozaron el ordenador, me metieron un virus y me lo desconfiguraron, se hicieron con su control”, de modo que quedó totalmente inutilizado. La segunda parte estaba por llegar: “recibí un segundo correo electrónico en el que me ofrecían el arreglo, devolverme el control sobre mi ordenador, previo pago de 800 euros”. Ahí reside la estafa, en este caso, diferente a la usurpación de las cuentas bancarias.

Correos es otro organismo que los ciberdelincuentes están usando para perpetrar estafas tras apropiarse de los números de cuentas bancarias de sus víctimas, a las que mandan correos electrónicos en los que avisan de que recibirán un paquete en breve, al tiempo que invitan a entrar en un enlace para realizar el seguimiento del mismo. El usuario debe dar sus datos personales para acceder al enlace, donde reside la trampa. La mayoría de los usuarios cree que se trata de organismos oficiales, ya que los delincuentes se apropian del logotipo y copian la página oficial al detalle. Estas entidades advierten de que nunca envían correos electrónicos para que se paguen multas o deudas, gestiones que realizan por teléfono o en la sede electrónica de la entidad pública pertinente, jamás a través de un enlace a Internet.