La misionera zamorana, sentada con un grupo de estudiantes en la escuela. | M. E.

“Siempre sentí que tenía un corazón insaciable”, revela María Escarda cuando se le pregunta por qué tomó el camino de las misiones. Esta religiosa de la congregación de los Servidores del Evangelio de la Misericordia tiene 50 años y ya suma 24 al servicio de los demás.

Natural de Villanueva del Campo y alumna del colegio Sagrado Corazón de Jesús —donde estuvo interna durante sus estudios de BUP—, recuerda que en su juventud disfrutó con muchas experiencias, pero fue un viaje de voluntariado a México lo que le cambió la vida. “Allí disfruté de esa entrega a los demás, sentía que eso sí que me llenaba el corazón”, asegura, por lo que tomó la decisión.

Servir en África era su sueño y ha tardado en cumplirlo dos décadas. Y es que antes de trabajar en Dapong (Togo), su destino actual, estuvo en España y en Argentina. En la ciudad africana lleva ya tres años y la pobreza es su seña de identidad, con la harina de maíz como principal alimento de subsistencia. “Este continente es pobre principalmente por la mala distribución de los gobiernos. En Togo, aparentemente democrático, lleva en el poder su presidente más de cincuenta años, hijo del anterior”, pone como ejemplo.

La labor de su congregación allí es principalmente de evangelización de comunidad y trabajo en la parroquia. “La religión mayoritaria es musulmana y apenas un 25% de la población es cristiana. Pero todos allí somos hermanos y trabajamos juntos”, valora la zamorana.

La educación también es importante en su día a día y ha ayudado a poner en marcha una biblioteca en la ciudad que cuenta con luz, algo escaso en las casas de la ciudad, como el agua corriente. “Allí se acercan los niños y jóvenes a consultar los manuales escolares y a participar en talleres de manualidades”, apunta. Aprender es una llave para el futuro de estas nuevas generaciones y evitar así que terminen en la calle o ejerciendo la prostitución.

Esta experiencia de vida la está transmitiendo estos días en animación misionera por las parroquias y encuentros con alumnos en los colegios, dentro de la campaña 2020 del Domund, para dar testimonio de todo lo que se puede conseguir con esta recaudación anual en los lugares más pobres del planeta.

“AQUÍ ESTOY, ENVÍAME”, LEMA PARA UNA EDICIÓN MARCADA POR LA PANDEMIA Y ACTIVIDADES VIRTUALES

Este domingo 18 de octubre se celebra el Domund bajo el lema “Aquí estoy, envíame”. Se trata de una edición especial, ya que la pandemia impedirá la estampa habitual de los niños por las calles con las huchas o las colectas en la misa del domingo. Como alternativa, se podrán hacer donativos a través de Bizum, por transferencia en las cuentas habilitadas en Caja Rural de Zamora y Banco Santander o través de la propia web www.domund.es. Allí también se podrá participar en la Carrera Solidaria Virtual, con dorsales por un donativo de cinco euros y eligiendo equipo y país donde correr.

Con estas recaudaciones se sostiene la presencia de 1.115 territorios de misión repartidos por todo el mundo. Zamora cuenta con 102 misioneros —45 hombres y 57 mujeres— distribuidos en África (11), América (69), Asia (3) y Europa (19). De ellos, 59 son consagrados, hay también dos obispos, nueve sacerdotes diocesanos y 32 religiosos. La recaudación del Domund en años anteriores se ha ido manteniendo, llegando el pasado año a recoger 56.735 euros. “Sabemos que este año será difícil llegar a esta cifra, pero confiamos en la generosidad de los zamoranos”, apuntó Montse Prada, delegada de Misiones.