No hubo movimiento en la antigua sede del Banco de España durante la jornada de ayer. Y eso que era la fecha a partir de la cual estaba autorizado el comienzo de las obras para su transformación en cuartel de la Policía Municipal y dependencias del Archivo. La nueva adjudicataria, compuesta por las constructoras Emergis y Alea, ha decidido no aprovechar este primer día. En realidad, algo así podía ocurrir, leyendo entre líneas las palabras pronunciadas por el concejal Romualdo Fernández el pasado martes, en las que aseguraba que las discrepancias habían aflorado incluso antes de empezar a mover el cemento. Esta circunstancia podría ser una mera anécdota si no se tratara de un proyecto que acumula un retraso de cuatro años. Y su ejecución vale por tres, dado que de ella dependen otras actuaciones importantes para la capital.

Fue el 11 de agosto de 2016 cuando el Ayuntamiento de Zamora y la UTE Urvios-Proforma firmaron sobre las mesas con polvo de la oficina central del Banco de España el acta de replanteo para modificar la estructura del edificio y adecuarla a las necesidades policiales. Aquella unión había presentado una oferta inmejorable en lo económico y muy osada en lo temporal. Redujo casi hasta lo temerario el coste del proyecto y se comprometió a entregar la obra treinta días antes de lo previsto. Dos mentiras. Y es que, lo que ocurrió, ya es historia.

Apenas unos días después de iniciar los trabajos, los operarios recibieron la orden de paralizarlo todo. La empresa había alegado, en ese mismo mes de agosto, que existía amianto en el falso techo del edificio. Aquella afirmación fue recibida con recelo en el Ayuntamiento de Zamora, pero había que asegurarse. Cuando el calendario marcaba octubre de 2016 y después de tres análisis, se determinó al cien por cien que era imposible que allí hubiera amianto. Pero ya habían pasado tres meses de un plazo de ejecución de seis.

Tanto la versión oficial como la extraoficial parecen coincidir en una cosa: la UTE Urvios-Proforma quiso, prácticamente desde el principio, conseguir un modificado de obra que el Ayuntamiento de Zamora no estaba dispuesto a conceder. En febrero de 2017, cuando debía entregarse la obra concluida, apenas se había ejecutado un 25% del proyecto. En junio de ese mismo mes, el equipo de Gobierno acordó iniciar el proceso para extinguir la relación contractual con la adjudicataria, habida cuenta de que tenía abandonada la obra desde hacía meses. Por aquel entonces, el grado de ejecución alcanzaba a duras penas el 33% del total de lo proyectado sobre el papel. Había que proceder a una nueva contratación.

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Tras esta experiencia, el Ayuntamiento de Zamora decidió externalizar tanto la redacción del nuevo proyecto como la dirección de obra. E incrementó el precio base de licitación. Si la UTE Urvios-Proforma se había hecho con la adjudicación por un precio de 633.000 euros, el nuevo proyecto saldría a la Plataforma con 890.000 euros de precio base, después de un proceso de recepción de ofertas fantasma al que ninguna empresa quiso concurrir. El pasado mes de junio, el Ayuntamiento de Zamora firmaba con la UTE Emergis-Alea el contrato para concluir la obra por un valor de 769.000 euros y una baja del 13,5%. No obstante, a la hora de suscribir el acta de replanteo, la adjudicataria planteó que determinadas unidades de obra no se correspondían con su coste real. Y hasta hoy.

La obra del Banco de España, cuyo futuro es una incógnita, no es únicamente importante por sí misma, sino porque de ella dependen, en efecto dominó, otros intereses para la capital. Y es que, sin un nuevo cuartel, la Policía Municipal deberá permanecer en el Ayuntamiento Viejo, bloqueando así el proyecto para instalar en ese edificio el definitivo Museo de Baltasar Lobo. Mientras tanto, la obra del artista de Cerecinos de Campos permanecerá expuesta en la Casa de los Gigantes, por cuyo alquiler pagan las arcas municipales 90.000 euros al año. Exactamente lo mismo que se lleva pagando al Estado anualmente desde 2015 por el Banco de España, en virtud de un contrato a todas luces abusivo para la capital.