La Dirección General de Tráfico, a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se ha sumado a la campaña de control de vehículos destinados al transporte de mercancías y personas que la organización europea de Policías de Tráfico (Roadpol) puso en marcha este lunes y que se desarrollará hasta el domingo.

La campaña tiene como objetivo controlar que estos vehículos de transporte profesional circulan en condiciones óptimas de seguridad, al igual que sus conductores, ya que en caso de accidente de tráfico, éstos son más severos por las masas y dimensiones de los mismos. En 2018, en vías interurbanas, los camiones y autobuses, en Castilla y León, estuvieron implicados en casi el 10% y 1% de los accidentes con víctimas. En concreto, en Zamora, se registraron 16 accidentes con víctimas con este tipo de vehículos implicados, y se produjo una víctima mortal.

Así pues, durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, incidirán en la vigilancia y control de aspectos tales como la velocidad a la que circulan, las horas de conducción y descanso, el tacógrafo, el exceso de peso, los posibles defectos técnicos del vehículo o la seguridad de la carga transportada. También comprobarán que la documentación del vehículo y del conductor es la correcta, que la conducción no se realiza bajo los efectos de alcohol u otras drogas o que todos los ocupantes del vehículo hacen uso del cinturón de seguridad.

La vigilancia se realizará en toda clase de vías y a cualquier hora del día, especialmente en aquellas carreteras en las que la intensidad de la circulación de este tipo de vehículos es mayor. Con el objetivo de mejorar la seguridad vial del transporte por carretera la Dirección General de Tráfico comunica a la Dirección General de Transporte Terrestre las sanciones cometidas por conductores profesionales reincidentes para que realice las investigaciones pertinentes sobre las empresas para la que trabajan y estudiar la posibilidad de que las empresas que incurran en las faltas más graves pierdan la capacidad para operar en el mercado.

Con el objetivo de mejorar la seguridad vial del transporte por carretera la Dirección General de Tráfico comunica a la Dirección General de Transporte Terrestre las sanciones cometidas por conductores profesionales reincidentes para que realice las investigaciones pertinentes sobre las empresas para la que trabajan y estudiar la posibilidad de que las empresas que incurran en las faltas más graves pierdan la capacidad para operar en el mercado.

Cabe recordar que los radares con los que cuenta la Dirección General de Tráfico discriminan por tipo de vehículo que ha cometido la infracción con el fin de sancionar en función de la limitación específica para cada uno de ellos. En esta línea, Tráfico recuerda que la velocidad máxima permitida en carreteras convencionales es de noventa kilómetros por hora para los turismos.