El 20,4% de la red autonómica de carreteras en la provincia de Zamora, es decir, uno de cada cinco kilómetros es estecho, es decir no llega a los seis metros de anchura entre las cunetas. Y resolver esa situación es precisamente uno de los objetivos del futuro Plan de Carreteras de Castilla y León y que parte de un acuerdo político forjado en las Cortes entre PSOE, PP y Ciudadanos, en un momento en el que está a punto de concluir el actual, que inició su desarrollo en 2008 y que se ha visto afectado por el impacto de la crisis económica y, ahora, por las consecuencias del COVID-19, informa la agencia Ical.

La modernización de la red viaria tendrá como prioridad las actuaciones para conseguir que ninguna carretera autonómica tenga una anchura de calzada menor de seis metros, salvo aquellos tramos que discurran por espacios naturales de elevado interés medioambiental o acusada fragilidad. Según la Junta, se trata de vías que atienden tráficos de muy corto recorrido, con poca intensidad de circulación y que no tienen una función esencial en la ordenación del territorio.

Nuevo plan en 2021

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente trabaja en la elaboración del Documento Estratégico de Inicio y de un borrador previo, documentación que exige la legislación ambiental antes de poder aprobar un plan de carreteras para la comunidad, que estará terminado en unos meses. Ambos, una vez sometidos a los trámites ambientales, servirán para redactar el documento de alcance del Estudio Ambiental Estratégico. Fomento calcula que en 2021 estará finalizada la tramitación de estos informes, momento en el que la Consejería podrá entonces iniciar ya la redacción del propio Plan de Carreteras, en el que uno de los objetivos serán las carreteras estrechas que serpentean la geografía de Castilla y León, principalmente de áreas de montaña.

Castilla y León, por su extensión y su posición geográfica en España, es una de las comunidades con la red viaria más amplia, al superar los 11.309 kilómetros, de los que 2.507 tienen una anchura inferior a los seis metros. Por tanto, el 22,1% forma parte de carreteras estrechas para la circulación, si bien son vías poco transitadas que discurren por espacios con una orografía compleja.

“Tenemos que tener los pies en la tierra y saber que las necesidades de la red son muchas, los presupuestos escasos y que los de la Comunidad, y más en el contexto actual, tienen otras muchas necesidades, que pueden ser más acuciantes”, afirmaron a Ical fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que también tendrá que analizar aquellos casos en los que la obra sea “tan radical”, en cuanto a desmontes o movimientos de tierra, que en términos económicos “no sea abordable”.