El histórico dirigente zamorano del Partido Comunista, Amable García, es una de las personas que tendrá la fortuna de ver en vida cómo se declara ilegítimo el Consejo de Guerra al que se vio sometido en el año 1946. Su mujer, Pilar Merino, también fue sentenciada por los tribunales franquistas y ambos coincidieron en la cárcel de Burgos. Ahora, el matrimonio se beneficiará de esta nueva Ley y sus nombres quedarán limpios de unos procesos que fueron poco menos que una farsa.