El incierto futuro de la tienda de Zara en la calle de Santa Clara provoca en las últimas fechas preocupación dentro de la plantilla del gigante textil. Aunque los empleados confirman que la dirección de la empresa no ha dado de momento indicios de que la tienda se vaya a cerrar en los próximos meses, lo cierto es que la situación es cuanto menos de incertidumbre. Los trabajadores miran lo que sucede en otras ciudades de características similares a Zamora y observan el destino que han tenido otras marcas de Inditex como Pull & Bear, Massimo Dutti o Kiddy’s Class (esta última en Benavente). Todas han cerrado definitivamente en los últimos meses y temen que su comercio siga los mismos pasos. Fuentes consultadas por este diario apuntan a finales de año como fecha crítica para conocer el futuro de Zara en Zamora aunque, insisten, el mensaje oficial “es de tranquilidad”.

Lo cierto es que la estrategia que Inditex sigue a nivel general no invita precisamente al optimismo. El imperio del gallego Amancio Ortega lleva meses desprendiéndose de tiendas en las zonas comerciales de las medianas y pequeñas ciudades y apostando ya de forma decidida por las grandes superficies comerciales, los núcleos urbanos de mayor tamaño y, sobre todo, por el comercio online. Así, no puede decirse que el incierto futuro de Zara en la capital zamorana sea consecuencia de una situación que afecta exclusivamente a Zamora. Jerez, Huelva, Almería o Talavera de la Reina han visto como las tiendas de Zara en sus calles han cerrado en las últimas semanas. El último y sonado cierre se produjo ayer mismo, día escogido por la empresa textil para bajar la persiana en la muy transitada calle del Comercio de Toledo. La determinación de la empresa de echar en cierre en todas estas ciudades no ha estado exenta de polémica en ningún caso. Zara es hoy por hoy un emblema del comercio español y su marcha deja una huella importante a nivel económico y en la perspectiva que los ciudadanos tienen respecto a las zonas comerciales de sus ciudades.

Cabe recordar que Inditex fue propietaria del edificio en el que ahora se ubica Zara hasta hace algo más de dos años, cuando vendió el inmueble a un grupo inversor alemán dentro de un paquete de edificios repartidos por todo el territorio nacional. Así, desde hace dos años Zara es un inquilino más del inmueble, situación que comparte con otras empresas e incluso con varios vecinos del bloque.

El futuro de la franquicia en Zamora ha motivado incluso la puesta en marcha de una recogida de firmas a través de Internet. Cerca de mil personas han firmado ya una petición que va dirigida a Amancio Ortega en la que se pide que no se cierre la tienda de Zamora ni la de ninguna pequeña ciudad.