En un ambiente de cordialidad y con una notable presencia de hermanos los cofrades del Espíritu Santo refrendaron ayer la candidatura de Antonio de la Higuera como nuevo abad, en sustitución de Juan Antonio Haedo, que deja el cargo.

El recién elegido abad tendrá como segundo de a bordo a José Manuel de Uña como viceabad y en los puestos principales a Luis Miguel Apellániz (tesorero), Miguel Ángel Bragado, David Alonso Martínez (vocal de sanciones), José María Gago (patrimonio), Rubén Sánchez (comunicación y archivo) y Ángel Hernández (coordinador de los actos del 50 aniversario de la hermandad. Gonzalo Fernández entra nuevo en la directiva como vocal, mientras Juan Antonio Haedo se mantiene pero no como presidente, sino como vocal de acción social. El propio Haedo y Ángel Hernández son miembros fundadores de la cofradía.

Una de las ideas del nuevo presidente es que la cofradía tenga una deferencia con los cien primeros hermanos, de tal forma que se les permita salir en procesión cubriendo la mitad del recorrido, bien el de subida a la Catedral o bien el de bajada al Espíritu Santo.

La primera tarea que Antonio de la Higuera piensa abordar en su primer año de mandato es la redacción de un nuevo reglamento interno, con el fin de salvar la falta de concordancia que tienen ciertos aspectos de los estatutos con la actual norma. Para ello De la Higuera invitará a seguir en sus puestos a los miembros de la comisión creada en su día para este fin y que no pudo finalizar los trabajos.

Un segundo gran proyecto es el de los actos del 50 aniversario de la hermandad, para el que se tienen ya algunas ideas que habrá que ir aquilatando de aquí a 2025, que es cuando la cofradía cumple el medio siglo de existencia. La edición de un libro con la historia de la hermandad es una de estas ideas, indicó Antonio de la Higuera, que recibió la felicitación los hermanos durante la jornada de votaciones que se llevó a cabo ayer tarde en la iglesia del Espíritu Santo.

En otros aspectos, como puede ser la relación con la Junta Pro Semana Santa, De la Higuera pretende seguir un camino en la misma línea de su predecesor en el cargo de abad.