Isabel Blanco, con Fernández Mañueco, ayer en Zamora. | J. Luis Fernández

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco llamó ayer desde Zamora al consenso al Gobierno y las comunidades autónomas para afrontar la crisis del COVID en unas declaraciones que tienen como trasfondo la batalla que libran los Ejecutivos autonómico y central en Madrid debido a las discrepancias declaradas sobre cómo abordar el confinamiento en la capital de España, actualmente principal foco de contagio de todo el país.

El mensaje de Mañueco fue claro: seguimos en una situación delicada por la pandemia por lo que no es tiempo de luchas sino de consensos para salir de la situación.

Aprovechó el presidente regional la inauguración en Zamora de la jornada “Contigo, Foro de Transformación Digital de Castilla y León”, para dejar claro el mensaje desde una comunidad que se encuentra entre las más afectadas por la pandemia y está llevando a cabo una seria y firme línea de actuación para tratar de rebajar el incremento de casos.

El primer mensaje de Mañueco resaltó lo evidente, por más que algunos políticos estén en otro escenario: “Seguimos librando una lucha contra la COVID 19, tenemos que continuar peleando contra el problema de la amenaza del coronavirus no podemos bajar los brazos, es algo que tiene que quedar meridianamente claro en Zamora, Castilla y León y en toda España”.

Un segundo mensaje, el compromiso de actuar con seriedad y contundencia contra la pandemia, y la petición para que todo el mundo siga esa línea. “El Gobierno que presido seguirá tomando las decisiones necesarias para afrontarlo y pido a todas las personas, cada uno en su ámbito de actuación, mantener la precaución y la responsabilidad todo lo posible”.

Reiteró lo que ya hacen los responsables sanitarios autonómicos en cada comparecencia pública. “Hago un llamamiento a la sociedad de Zamora, de Castilla y León para hacer un esfuerzo de responsabilidad individual de mantener la distancia, la utilización de la mascarilla, garantizar la higiene de manos, reducir al mínimo la actividad social porque consideramos que esto son decisiones que protegen nuestra salud y que salvan vidas”.

E introdujo en su discurso, de forma indirecta pero muy clara, su punto de vista sobre la polémica que se vive entre los Gobiernos central y madrileño sobre las medidas a tomar en la capital de España con respecto a restricciones y confinamiento. Así, Mañueco dijo que “ante el aumento de contagios que ha habido en las últimas semanas en distintos puntos de nuestro país, consideramos que es necesario seguir avanzando en la coordinación entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España a través del Consejo Interterritorial de Salud para trazar entre todos líneas de actuación y también criterios objetivos para homogeneizar la aplicación de las restricciones”. Un mensaje conciliador el del presidente castellano leonés especialmente pertinente si se tiene en cuenta que Castilla y León es una comunidad fronteriza con Madrid y por tanto, relacionada especialmente en tiempo de pandemia.

Explicó con detalle el presidente su punto de vista: “Es decir, ante problemas comunes demos soluciones comunes en nuestro país y además afrontarlo desde el diálogo, la unidad y la coordinación”.

Y cerró la referencia al asunto del coronavirus antes de adentrarse en el tema central de la jornada, que giró sobre la dependencia, con otra obviedad que sin embargo algunos responsables políticos parecen haber olvidado. “El virus no entiende ni de territorios ni de fronteras administrativas; mucho menos entiende de colores políticos por tanto todos tenemos que poner todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a las personas y salvar vidas”.

Las palabras del presidente castellano y leonés tuvieron una amplia repercusión nacional, ya que ponen un punto de cordura en una situación, como la madrileña, que tanto la necesita.

ISABEL BLANCO, CONSEJERA DE FAMILIA: “LA JUNTA NO PUEDE INTERVENIR LAS RESIDENCIAS”

La consejera de Familia, Isabel Blanco, precisó que la Junta no puede intervenir ninguna residencia, es decir, poner a un funcionario al frente de un geriátrico privado, porque esta posibilidad decayó con el fin del estado de alarma. Sin embargo sí está interviniendo en apoyo de los centros que tienen más dificultades, en estos momentos seis en la provincia de Zamora en los que se han detectado brotes (hay otros tres con un solo caso, bien de residente o de trabajador). La política zamorana dijo que “la situación está controlada” en estas residencias con transmisión comunitaria que están “supervisadas en todo momento por la Gerencia de Servicios Sociales: Se ha actuado en función de las necesidades de cada centro que han ido teniendo, de personal, de EPIs (equipos de protección individual) y asistencia sanitaria”. Blanco indicó que ahora sí se está derivando al hospital a los residentes que necesitan traslado al Clínico. No obstante señaló que la mayoría de los casos actuales en los geriátricos son leves o asintomáticos, nada que ver con la primera oleada. Dijo que se está preparando la documentación pedida por la Fiscalía de Zamora sobre los centros más afectados, aunque a diario se envían los datos básicos al fiscal de Dependencia, en León. Y rechazó la petición de cese de UGT: “La Fiscalía desestimó sus demandas”.