Un fracaso. Rotundo y sin paliativos. Eso es lo que piensa Zamora 10 acerca del estancamiento de proyectos como la reapertura del campamento militar de Monte la Reina o la conversión en autovía de la N-122. Dos ejemplos, aunque existen más, que han sacado la cara más combativa de esta plataforma. Sus miembros afirman estar “frustrados” y “desencantados”. Cuando no, enfadados. Al menos, ese es el caso con los representantes del Ayuntamiento de Zamora y, en especial, con Francisco Guarido. La tercera ausencia del alcalde en el consejo general de la asociación ha generado una reacción contundente. “Si no cree que esto sea útil, que lo diga públicamente”.

El consejo general de Zamora 10 es el máximo organismo de decisión de esta plataforma reconvertida en asociación. Los representantes del colectivo suelen invitar a ella a los máximos dirigentes de las administraciones de la provincia. Ellos son el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco; la delegada territorial de la Junta, Clara San Damián; el presidente de la Diputación Provincial, Francisco José Requejo; y el alcalde del Ayuntamiento de Zamora, Francisco Guarido. Ayer se celebró una de estas citas en la capital. Y no acudieron ni el primero, ni el último de esa lista.

El gerente de Zamora 10, Francisco Prieto Toranzo, quitó hierro a la ausencia de Ángel Blanco. “El subdelegado ha disculpado por razones varias su primera ausencia en este consejo general”, dijo al terminar la cita. No fue tan benévolo con el alcalde. “Por el contrario, el alcalde continúa con su reiterada ausencia y ya son tres veces consecutivas”, expuso, antes de ir un paso más allá. “La presencia y participación en este Consejo es voluntaria y se basa en un acuerdo de las administraciones y los miembros de Zamora 10 bajo el convencimiento de que es necesario trabajar conjuntamente por Zamora”, arrancó. “Si esto ya no se considera así, si no se cree en la capacidad de Zamora 10 para colaborar de cara a desarrollar e impulsar la provincia, si ya no se desea colaborar en el desarrollo de los proyectos, debe decirse públicamente, asumir la decisión y salir del proyecto de Zamora 10”, concluyó.

Pese a lo duro del mensaje, Francisco Prieto Toranzo quiso ayer tender una última vez la mano a Francisco Guarido para encauzar la situación. “No estamos invitando a nadie a que se vaya, porque nuestro objetivo es caminar todos de la mano para conseguir que Zamora tenga futuro; eso sí, si alguien no quiere participar en esto, porque es algo voluntario, que lo diga”, expresó el gerente de la plataforma para el desarrollo.

El desánimo y las ausencias marcaron, en definitiva, un consejo general del que apenas salió la buena noticia del avance de la Escuela de Industrias Lácteas. Menos es nada.