Los primeros estudios sobre secuelas motrices en los pacientes que han sufrido coronavirus hablan de una evolución favorable en prácticamente todos los casos si se realiza el entrenamiento adecuado. Así lo explica la doctora Laura Muñoz, médico rehabilitadora del Complejo Asistencial de Zamora y coautora de un estudio que analiza las implicaciones del coronavirus en la movilidad de los pacientes. El estudio, del que todavía no se conocen las conclusiones, será presentado en un “webinar” (una conferencia a través de Internet) de la Sociedad de Rehabilitación el próximo 21 de septiembre. Han colaborado en él médicos de Zamora y de Orense.

“Empezamos a ver que los pacientes evolucionaban de una determinada manera cuando superaban la enfermedad, que había un patrón. Ahora mismo este es uno de los pocos estudios sobre el tema que funcionan en España”, explica la doctora Muñoz en declaraciones a este diario. La mayoría de los pacientes han recibido seguimiento en consulta externa, con un plan de entrenamiento ambulatorio que podían realizar en casa. Los que han estado muy afectados por el paso de la enfermedad han sido tratados de forma más intensa en el gimnasio.

Aunque “todavía es muy pronto” para hablar de secuelas, los primeros avances indican que las repercusiones a largo plazo del coronavirus no serán intensas en el sistema locomotor. Otra cosa es en el aparato respiratorio, donde no profundiza este estudio. “Los pacientes han experimentado mucha debilidad cuando han sufrido la enfermedad, pero los primeros estudios hablan de una evolución positiva y de un pronóstico favorable”, asegura Laura Muñoz.

La importancia de la rehabilitación muscular en estos pacientes se entiende mejor con cifras. “Solo por el hecho de estar ingresado un paciente pierde entre el diez y el doce por ciento de músculo en una semana. Esto se agrava con el COVID, que además tiene un receptor en el músculo. Digamos que lo incentiva, que produce un paciente mucho más débil”. La recuperación es mucho más lenta que la pérdida de músculo. Con la terapia adecuada, la recuperación puede ser de un seis por ciento por semana, con lo cual “se tarda en volver a la situación totalmente funcional”.

Los efectos físicos de los pacientes COVID debido a la inmovilización han supuesto complicaciones para muchos pacientes con la enfermedad. Algunos estudios hablan del llamado “síndrome post UCI”, que se traduce en una importante pérdida muscular y de funcionalidad que impactan de forma negativa en la calidad de vida de los pacientes.

Importante también, indican los estudios —muchos con menos datos que el que se presentará dentro de dos semanas— la movilización precoz, que consiste en ejercicios de Rehabilitación y Medicina Física que se realizan sobre el paciente que está, por situación crítica, inmóvil en la cama. El objetivo es generar un estímulo motor y sensitivo, de tal forma que se mantenga o se establezca la fuerza y la función muscular.