La provincia de Zamora entra en riesgo extremo de incendios. Esa es la catalogación que la Agencia Estatal de Meteorología ha otorgado para los próximos días debido al incremento de temperaturas. Prácticamente todo el centro y el este zamorano estarán bajo la lupa por el peligro de que se registren fuegos. En la parte noroeste el riesgo será “muy alto”, según las previsiones. Y es que, desde la jornada de ayer, el mercurio no dará tregua a los ciudadanos. Con temperaturas siempre por encima de los treinta grados, la provincia se enfrenta a unos días en los que habrá que extremar las precauciones para que no se repitan sucesos tan desagradables como el registrado a mediados de agosto en Domez de Alba, que se convirtió en aquel entonces en el incendio más grave producido en el conjunto del país.

Las elevadas temperaturas, la escasa humedad y el viento que se prevé de cara al fin de semana han provocado que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) haya declarado que existe riesgo "muy alto" de incendios en casi todo el territorio de la provincia y "extremo" en amplias extensiones del centro y este de este territorio. Una situación que se reproduce en el conjunto de Castilla y León, al encontrarse toda la comunidad en riesgo muy alto. En concreto, la peor situación se anuncia para el este de las provincias de Salamanca, Zamora y la comarca leonesa de El Bierzo, además del norte de las provincias de Burgos, Palencia y Soria, el centro de Valladolid y zonas montañosas de Ávila y Segovia.

Las condiciones son idóneas para que se puedan registrar incendios forestales, por lo que las recomendaciones van siempre encaminadas a evitar usos indebidos del fuego. En esta línea se encuentran las limitaciones al uso de maquinaria agrícola, la precaución a la hora de encender barbacoas o el cuidado extremo al utilizar otros elementos que puedan suponer un riesgo como es el caso de generadores, motores o cocinas de camping.

La provincia de Zamora ha sido, durante este verano de 2020, una de las peores paradas de todo el país en cuanto a incendios forestales. Lo fue por el fuego que arrasó casi 2.000 hectáreas a mediados de agosto en las localidades de Lober de Aliste, Domez de Alba, Vegalatrave y Gallegos del Río. Un desastre para los campos que obligó a desplegar toda la solidaridad de los zamoranos con los agricultores y ganaderos de la zona, que se quedaron sin alimento para los animales. El episodio se llevó por delante un par de naves, aunque no hubo que lamentar daños personales. El objetivo ahora es que ese tipo de sucesos no se vuelvan a repetir en lo que queda de verano.